¿Qué pasaría si durante un seminario de matemática de élite llegara un perro con en la boca un artículo anónimo que tenía una solución correcta (una vez que se analiza por completo) al problema matemático más difícil de resolver?

Aún recuerdo el día. Estaba lloviendo.

Estaba garabateando en mi bloc de notas mientras Sir Frank Zeeman, el famoso matemático, nos predicaba a todos sobre lo que había hecho que la Tercera Conjetura de Fermat fuera tan difícil de alcanzar.

Entonces se escuchó un ladrido. Cada cabeza se volvió hacia el ruido que se había originado al final del largo pasillo. Un labradoodle estaba parado allí en una postura extrañamente recta con lo que parecía un pañuelo en la boca. Su pelaje estaba todo mojado y aplanado.

De repente, corrió hasta los dias. Subió todos los escalones y se detuvo justo a los pies de Sir Frank. Todos los ojos se volvieron hacia él. La sorpresa en su rostro fue extrema.

El garabato, entonces, se puso de pie y comenzó a rascar los pantalones de Sir Frank. Captó la indirecta obvia y sacó el pañuelo de la boca del perro en silencio con manos temblorosas y cuidadosas. El perro entonces, tan rápido como había llegado, salió corriendo bajo la lluvia.

Sir aplastó el papel contra una mesa sobre los dias. Sus ojos se aplanaron con sorpresa mientras releía el periódico al menos 4 veces. El único sonido durante esos 10 minutos fue el de la lluvia golpeando contra los adoquines de afuera.

Luego habló con una voz muy clara: ” He resuelto el problema de Navier-Stokes”.

Unos meses más tarde, se supo la noticia.

Sir Frank Zeeman, a través de esfuerzos cruciales, ha resuelto uno de los mayores misterios en el mundo de la Física-Matemática. Introdujo la prueba en el reciente Seminario Internacional de Matemáticos …

Pero el grupo de los asistentes de los que formé parte sabía la verdad.

Nadie habló. Sir Frank Zeeman era la autoridad.

Aunque un di •• y uno.

Película de Hollywood – “Una mente fiel”. Protagonizada por Goofy como Fluffy.

HAH! Te lo dije profesor! ¡Esa es la tarea que comió mi perro! No estaba mintiendo