¿Qué tanto de la ‘ciencia política’ se puede probar con métodos científicos?

Mira, cualquier ciencia social siempre es discutible en la medida en que es una ciencia y en la medida en que es un arte. Siempre es discutible y, por lo general, debe conformarse con el camino intermedio, ya que ambos lados de los argumentos tienen una sustancia considerable para ellos. Ahora, llegando a la ciencia política.

Se dice que la teoría política absoluta es de naturaleza utópica. Ya que estamos hablando de modelos y haciendo suposiciones antes de proceder a las teorías. El filósofo rey de Platón, el comunismo de esposas de Aristóteles, el leviatán de Hobbe, la sociedad sin clases de Marx. Entonces, supongo que si establece estándares por los cuales verifica ecuaciones en física y matemáticas, no creo que encuentre mucho éxito.

Por otro lado, existe esta rama de la teoría política conocida como conductismo que ha intentado hacer leyes políticas en línea con las leyes científicas. Se verifican sobre la base de encuestas, datos censales, antecedentes históricos y probabilidad. Demonios, estos tipos incluso encontraron formas de incorporar fórmulas a la ciencia política. Creo que en la teoría del juego, el dilema del prisionero y la teoría del pollo incluso han utilizado el cálculo en un intento de verificar sus conclusiones (recuerdo que un chico dijo eso en clase).

Si bien los métodos científicos se pueden utilizar para fortalecer una teoría política, la confianza total en ella sería caótica, ya que la ciencia política es un arte y una ciencia. ¡No se puede analizar todo el sistema sobre la base de actores estatales racionales ya que a veces los actores estatales están constituidos por personas irracionales!

Pero al final del día, si bien las teorías políticas pueden darle una comprensión básica y un punto de partida para descifrar el sistema político, no puede seguirlas a ciegas. Mire a los marxistas y sus revoluciones de clase y dónde los consiguió. Los gustos de Stalin, Mao, Lenin causaron tanto derramamiento de sangre en un intento de defender la versión absoluta de una teoría política.

Concluyendo, la ciencia política tiene rasgos científicos, pero también es un arte, por lo tanto, es dinámica por naturaleza. Seguirlo ciegamente (o cualquier cosa de hecho) puede tener consecuencias caóticas. Aquí no hay teoría perfecta, sino una amalgama de perfecciones e imperfecciones que sientan las bases para la próxima teoría.