Depende en gran medida del curso. Podría ser cualquiera de los siguientes:
- Hay muchos conceptos nuevos en el problema que tienes que aprender, y todo tiene que ser aprendido “a la vez” en lugar de pieza por pieza. (Esto parece ser un problema común en áreas como álgebra conmutativa y homológica, donde las definiciones pueden terminar generalizando las cosas hasta el punto en que sería difícil o imposible concebir la clase de objetos a los que se aplican).
- Hay algún tipo de truco estándar en el fondo, y si aún no tiene un buen presentimiento para este truco, entonces no avanzará.
- El problema requiere un destello de información geométrica o física para resolver.
- La idea general es clara, pero hay detalles lógicos o combinatorios que son extremadamente difíciles de acertar.
- A menudo, en matemáticas hay situaciones en las que hay una declaración débil que es difícil de ver por sí sola, y una declaración mucho más fuerte que es más fácil de establecer directamente. Algunos de los problemas más frustrantes implican tener que encontrar un fortalecimiento apropiado de una declaración y demostrarlo. (Básicamente, cualquier cosa en un análisis riguroso se ajusta a este patrón, ya que establecer una desigualdad es básicamente un proceso de desechar la información suficiente en cada paso).