Ellos no.
Las matemáticas describen conceptos metafísicos que inventamos. Por ejemplo, no existe en el mundo real un número. Los números son un concepto, un pensamiento. Siguen ciertas reglas basadas en cómo suponemos que deberían funcionar, y podemos basarnos en esas suposiciones para mostrar que estas cosas que inventamos (o descubrimos) llamadas números exhiben ciertas propiedades que son consecuencia de cómo las definimos y las operaciones en ellas.
Resulta que la idea de un número es muy conveniente para describir el mundo real. Pero eso es porque definimos números para completar esa tarea.
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Utilizamos nuestro conocimiento de las matemáticas para describir las leyes naturales porque las ideas a las que llegamos cuando exploramos las matemáticas resultan muy útiles para describir la realidad física. Observamos patrones en la naturaleza, y elegimos una colección de conceptos matemáticos para describir esos patrones, basados en lo que es apropiado para la situación.