Hay dos aspectos de esta pregunta. Una es considerar para qué propósitos del ecosistema puede servir una presa existente, principalmente a través de las liberaciones de agua que mitigan los impactos negativos creados por la presa en primer lugar. El otro aspecto es considerar cómo la construcción de una presa podría diseñarse expresamente como ingeniería del ecosistema, la piedra angular en la creación de un ecosistema a su alrededor.
No conozco ninguna instancia posterior, pero apuesto a que ha sucedido a pequeña escala en varios lugares, probablemente para crear una acuicultura administrada. Hay problemas a considerar en este enfoque, que abordaré al concluir esta respuesta.
En cuanto a las presas existentes, las descargas de agua que mitigan los impactos aguas abajo se han convertido en rutina. Por ejemplo, en la presa de Shasta se instaló un sistema de control de temperatura para liberar agua más fría a fin de ayudar a los salmones amenazados por las liberaciones tradicionales de agua tibia. Otro ejemplo es la “inundación controlada” de la presa Glen Canyon que ayuda a restaurar los bancos de arena a lo largo del río Colorado a través del Gran Cañón. Pero estas son medidas correctivas y sería una distorsión de la verdad etiquetarlas como beneficios del ecosistema. También están sujetos a cambios ideológicos que podrían conducir a su abandono.
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Lo que llamamos un ecosistema es una dinámica compleja de respuestas biológicas a las circunstancias físicas cambiantes dentro de un rango de frecuencia, duración e intensidad previsibles (esa es mi definición, probablemente no lo encontrarás expresado de esa manera en un libro de texto). En un sentido muy real, un ecosistema es una manifestación natural del clima combinado con sustrato, de la relación de la atmósfera con la tierra, intermediada por la Vida. Incluso los eventos raros, rápidos y destructivos pueden jugar un papel esencial en la perseverancia del ecosistema.
Definitivamente, la construcción de una presa y el llenado del depósito detrás de ella, crea una nueva condición que destruye algunos organismos y brinda oportunidades a otros. ¿Pero el resultado es un ecosistema duradero o simplemente una breve explotación oportunista? Los ecosistemas con estabilidad a largo plazo tienen respuestas integradas a cada contingencia, y se basan principalmente en algunos factores confiables que varían de manera predecible. Mientras la niebla del verano llegue desde la fresca corriente de California, habrá bosques costeros de secoyas. Las presas y sus depósitos, por el contrario, se construyeron como un amortiguador contra la variación natural, únicamente en términos de satisfacer las demandas humanas de constancia. Ganamos constancia y la naturaleza sufre inconstancia como consecuencia.
El resultado para la naturaleza es un entorno poco confiable que es una base pobre para el desarrollo de un ecosistema a largo plazo. Las laderas despejadas que acunan las aguas confinadas de un río permanecerán para siempre áridas y manchadas de minerales, ya sea que el nivel del agua sea alto o bajo. El río aguas abajo estará sujeto a los caprichos de las prioridades humanas, y sus componentes del ecosistema pueden apagarse como una bombilla con solo pulsar un interruptor de pared.
Teniendo en cuenta todo esto, una presa y su embalse, expresamente diseñados para sostener un ecosistema, tendrían que cumplir ciertos requisitos si el ecosistema deseado pretende ser sostenible.
- El ecosistema tendría que ser naturalmente compatible con el entorno circundante.
- El mantenimiento por parte de los humanos tendría que garantizarse mediante un compromiso cultural, o no sería necesario en absoluto.
- La explotación humana del ecosistema creado tendría que ser regulada.
¿Es esto posible dada la fugaz capacidad de atención y el egocentrismo de la humanidad? Un tipo de ecosistema tiene una memoria inherente que abarca más tiempo que la existencia de la civilización humana. Un ecosistema es un diseño propio por prueba y error durante millones de años. Un ecosistema representa cosas que funcionan juntas porque las cosas que no funcionaron juntas no pudieron mantener la disposición intacta.
Nada de lo que los humanos han construido nunca fue hecho para funcionar por mucho tiempo. Somos un fenómeno efímero en esta tierra, que dejará como nuestro legado las marcas de nuestros desarrollos. Los ecosistemas reclamarán nuestras ruinas.
