En primer lugar, esa afirmación pertenece solo a algunas interpretaciones de la mecánica cuántica, algunas otras interpretaciones evitan cualquier consideración con respecto a las “mediciones” u “observaciones”. Pero para los que lo hacen:
La naturaleza no parece requerir ninguna “medición” u “observación” para proceder con su evolución. Las interacciones ocurren naturalmente y sus resultados se rigen por reglas probabilísticas. Podemos contar mucho sobre la historia del universo antes de que existiera una Vida porque el universo está lleno de información que podemos usar para inferir cómo debe haber sido su pasado.
Lo mismo sucede en nuestro mundo macroscópico normal, los eventos ocurren naturalmente todo el tiempo, independientemente de si hay algún ser vivo o no. Pero al estudiar la física cuántica en experimentos de laboratorio cuidadosamente aislados, los científicos descubrieron que lo mismo no es necesariamente cierto en ese dominio. Podemos preparar sistemas de tal manera que los mantengamos en un estado indefinido, lo que se llama una superposición de posibles realidades. Esto es realmente diferente de decir que no sabemos en qué estado se encuentra el sistema, realmente significa que el sistema está en más de un estado a la vez, estados que normalmente son mutuamente excluyentes.
- ¿Cuál es la propagación de la radiación: una esfera o un camino lineal?
- ¿Pueden los taquiones explicar el enredo, es decir, la conexión más rápida que la luz entre partículas?
- ¿Tiene un fotón una función de onda (de estados infinitos en superposición)?
- ¿Hay alguna evidencia de que los monopolos magnéticos existen y por qué deberían existir?
- ¿Qué pasaría si tuviera un escáner que pudiera ver cualquier cosa y pudiera conocer simultáneamente la posición y la velocidad de una partícula sin afectarla?
Es en estas condiciones de laboratorio excepcionales cuidadosamente preparadas que podemos decir que el sistema no toma ningún estado definido hasta que lo “observamos”, es decir, hasta que lo hacemos interactuar con un entorno más grande de tal manera que la superposición ya no exista. físicamente viable Es en este contexto que podemos decir que el acto de observación creó la realidad, creó un estado definido a partir de varias posibilidades diferentes que estaban en superposición hasta entonces.
Y en experimentos muy precisos, incluso podemos decir que nuestra observación “creó el pasado”. De hecho, podemos tener un sistema con un cierto historial de tiempo, y al adoptar ciertas decisiones en el futuro podemos alterar el historial del sistema.