Si desea crear una hipótesis como parte del Método Científico, primero querrá asegurarse de tener una pregunta adecuada; es decir, la pregunta debe conducir a una prueba de causa, clasificación o localización.
No querría, por ejemplo, crear una hipótesis para una prueba de valor óptimo. Por ejemplo, suponga que desea determinar qué marca de batería dura más en una aplicación en particular. En este caso, un intento de crear una hipótesis sobre qué marca es mejor sería un sesgo experimental inútil.
Desafortunadamente, no existe un proceso formal y formulado para crear hipótesis. Las hipótesis son producto de la experiencia, la intuición, la extrapolación y la imaginación. Su capacidad para sintetizar una hipótesis útil puede determinar de manera fundamental la utilidad de un experimento científico. Por ejemplo, es posible que no pueda encontrar las llaves de su auto perdido si no puede imaginar su ubicación real.
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