Sí, ya se ha demostrado muchas veces. La teletransportación cuántica se demostró por primera vez en 1997 por el grupo de Anton Zeilinger. Desde entonces se han superado muchos hitos, como la teletransportación entre dos islas. La advertencia es que la teletransportación no es más rápida que la velocidad de la luz, ya que la información entre el emisor y el receptor debe viajar por procesos normales. Sin embargo, el entrelazamiento cuántico es una parte fundamental del protocolo que permite copiar efectivamente un estado cuántico de un lugar a otro. Es una verdadera teletransportación porque el estado cuántico del emisor se destruye y el receptor puede adoptar el estado cuántico del emisor. Esto no desobedece el teorema de no clonación, ya que efectivamente solo mueve la información cuántica. Como tal, es una parte importante del desarrollo de tecnologías cuánticas.
En principio, este es el tipo de teletransportador que podría replicar lo que se encuentra en la ciencia ficción, sin embargo, no es más que un pequeño paso en esa dirección y ese no es un objetivo final previsto. La complejidad de teletransportarse a un gran sistema macroscópico como un humano puede impedir cualquier aplicación futura de ciencia ficción.
Si vamos a especular como futurista. La vida más allá de la singularidad tecnológica puede emplear tales técnicas para transportar estados cerebrales entre estrellas distantes transportadas por haces de luz. Las dificultades tecnológicas serán enormes, pero no tenemos idea de las capacidades que pueden existir más allá de la llamada singularidad tecnológica.
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