Hay dos formas de acelerar el tiempo:
(1) Cambiar nuestra percepción del tiempo. Es decir, nada cambia realmente en Física, solo que su cerebro ahora percibe que el tiempo va más rápido (o más lento). Una forma de lograr esto es de alguna manera hacer que todos sus procesos de pensamiento sucedan proporcionalmente más lento (o más rápido).
En este caso, la gravedad en sí misma no cambia en absoluto, ni ningún otro fenómeno físico: es solo usted, el observador, quien ve las cosas de manera diferente.
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(2) La segunda forma es redefinir el “segundo”. Un segundo es una unidad arbitraria de tiempo que se define de cierta manera. Si adoptamos una definición diferente, las leyes reales de la física no cambian, solo la forma en que las marcamos. En la jerga relativista, esta acción se describe como realizar una transformación lineal del sistema de coordenadas (en este caso, solo a lo largo del eje del tiempo). Esto no cambiará las leyes de la física de ninguna manera, pero las constantes universales en las ecuaciones físicas deberán ser reemplazadas por algún otro valor. Entonces, por ejemplo, la constante gravitacional (actualmente, G = [matemáticas] 6.67408 (31) × 10 ^ {- 11} m ^ 3⋅kg ^ {- 1} ⋅s ^ {- 2} [/ matemáticas]) necesitará para multiplicarse por un factor, así como por cualquier resultado físico que incluya unidades de tiempo, como velocidad, flujo o aceleración.