¿Los desecantes varían enormemente en la velocidad de absorción de humedad o es en gran medida una cuestión de superficie?

Es importante comprender cómo el desecante hace su trabajo de proteger un producto. La mayoría de los adsorbentes porosos, como el gel de sílice, la arcilla activada o los tamices moleculares dependen de la adsorción física en lugar de la adsorción química para cumplir su función.

La adsorción física implica fuerzas intermoleculares relativamente débiles (fuerzas de van der Waals e interacciones electrostáticas) entre la humedad y la superficie del desecante.

Los quimiosorbentes, como el óxido de calcio, implican un enlace químico real. La adsorción física de humedad es típicamente exotérmica. La fuerza de los enlaces de adsorción se puede medir por el calor de adsorción. Cuanto mayor es el calor de adsorción de la humedad en el desecante, más fuerte es la unión y menos fácilmente se puede eliminar la humedad.

Una medida de la eficiencia del desecante es la proporción (o porcentaje) de agua almacenable en el desecante en relación con la masa del desecante. Otra medida es la humedad relativa residual del aire u otro fluido que se está secando.

El rendimiento de cualquier desecante varía con la temperatura y la humedad relativa y la humedad absoluta. Hasta cierto punto, el rendimiento del desecante puede describirse con precisión, pero lo más común es que la elección final de cuál desecante se adapte mejor a una situación dada, cuánto usar y de qué forma se realiza en base a las pruebas y la experiencia práctica.