¿Sería capaz un detector de ondas gravitacionales con más de 2 “brazos” para calcular mejor la dirección de la onda?

Si solo tiene un detector con dos brazos, una señal proveniente del plano de simetría de espejo de los dos brazos es indetectable, ya que perturba a ambos brazos por igual. Hay tres formas de resolver este problema:

  1. Agregue un tercer brazo verticalmente. Esto permitirá reducir todo el plano de eventos potenciales indetectables a un solo punto. Pero construir un tubo de vacío de varios kilómetros de altura conlleva sus propios desafíos.
  2. Agregue un tercer brazo horizontalmente. Esto resolverá parte del problema, pero el detector seguirá teniendo una sensibilidad muy baja para las ondas que provienen de la parte superior (o inferior).
  3. Construye un segundo detector en otro lugar. Podrá identificar mejor la fuente, los dos detectores en diferentes lugares de la Tierra cubrirán sus respectivos puntos ciegos; y puede usar el segundo detector para verificar que en realidad es una señal real, no solo ruido.

La última opción parece la más racional. Siempre necesitaremos al menos dos detectores para asegurarnos de que no solo captemos un poco de ruido aleatorio que solo parece una onda de gravedad. Una vez que tenga dos, puede agregar un tercer brazo a cada uno o construir un tercer detector nuevo por el mismo costo.

No necesariamente. Como detector de acimut, los dos brazos forman una base completa para detectar cualquier dirección. Cualquier brazo extra en ese plano no aporta precisión geométrica. La mejora en los cálculos proviene de la reducción del ruido. Aquí hay un largo camino para lograr un rendimiento óptimo, sin embargo, el detector LIGO existente permite que la luz láser rebote cientos de veces entre los espejos, reduciendo el ruido sustancialmente al promediar las vibraciones de los espejos.