¿Por qué el diamante es un buen conductor térmico y un excelente aislante eléctrico?

Sucede que los metales son buenos conductores de electricidad y de calor, pero uno no necesariamente implica al otro.

La conducción de electricidad requiere la capacidad de transportar carga. Entonces, en un metal, por ejemplo, hay muchos electrones que son bastante libres de moverse, y esto permite que la carga fluya fácilmente. Los electrones en el diamante están estrechamente unidos (todos los electrones de valencia están unidos en enlaces covalentes), por lo que no conduce bien la electricidad.

La conducción de calor no requiere necesariamente la capacidad de transportar carga, aunque los electrones de conducción en un metal ciertamente pueden transmitir calor. Solo es necesario transmitir la energía mecánica de los movimientos moleculares. Un diamante puede hacer esto de manera efectiva porque los movimientos de los átomos en su red cristalina están fuertemente acoplados (es decir, si empuja un átomo, tiene un fuerte efecto en los átomos unidos a él, a diferencia de la madera, por ejemplo, donde los átomos no están todos conectados por una red de enlaces rígidos). Sin embargo, este acoplamiento de movimientos atómicos no proporciona medios para transportar la carga porque no hay transporte neto de partículas a través del cristal.

El diamante es un buen conductor térmico y un mal conductor de electricidad.

  1. El diamante no tiene mar de electones. El diamante está formado por átomos de carbono que están unidos de forma covalente entre sí, lo que significa que no hay electrones libres y, por lo tanto, no hay flujo de electricidad.
  2. El diamante es un buen conductor del calor. En cuanto al calor, no hay necesidad de flujo de electrones sino de la vibración en el átomo que pasa la energía térmica de un átomo a otro.