RESUMEN: Para que ocurra daño hepático, la molécula de etanol debe estar presente. No hay una “molécula equivalente” que el cerebro sintetice, lo que termina yendo al hígado para el metabolismo y luego daña el hígado. Además, no hay señal del cerebro al hígado que le indique que se haga daño a sí mismo.
Uno de los principios básicos más importantes en el desarrollo de nuevos fármacos (donde he trabajado desde 1981) es que el cerebro es una farmacia MUY poderosa. Es por eso que los estudios controlados con placebo son críticos cuando se intenta descubrir si una molécula dada tiene un efecto terapéutico particular, o si tiene algún problema de seguridad.
Solve mencionó, “el estado mental puede alterar el ser físico”, y da ejemplos tales como lucha o huida y respuesta sexual. Ambas son respuestas endocrinas, que requieren iniciación por parte del cerebro. Solve también dijo que una pregunta similar podría ser: “Si estoy hipnotizado para sentir hambre, ¿fluctúan mis niveles de glucosa?” De hecho, las respuestas al hambre también están bajo control endocrino, por lo que esperaría que la respuesta a esa pregunta sea sí.
- ¿Cuál es la importancia del deslizamiento en un motor de inducción trifásico?
- ¿Cómo podemos reducir el Co2 (ppm) en la atmósfera?
- ¿Es un virus informático (y / o programa de software) la única entidad autorreplicante hecha por el hombre?
- ¿Vastu Shastra es realmente una ciencia y seguirlo afecta nuestra vida de alguna manera positiva?
- ¿La ciencia se inclina más hacia la innovación o la conservación?
La respuesta pavloviana, en la que los perros están entrenados para esperar comida al sonido de una campana, hace que el cerebro envíe señales al tracto gastrointestinal para prepararla para dicha comida. Esto incluye la salivación.
El etanol (el “ingrediente activo” en las bebidas alcohólicas) es una historia completamente diferente. La molécula se metaboliza (descompone para que pueda ser excretada del cuerpo) por el hígado. Para que se produzca daño hepático, la molécula de etanol debe estar presente en dicho tejido a “niveles suficientemente altos” durante “períodos suficientemente largos” de tiempo.
En otras palabras, una sola “salida nocturna” no causará daño hepático. Una posible excepción sería el envenenamiento por alcohol: se consume una cantidad suficientemente grande de etanol como para causar coma, depresión respiratoria y posiblemente la muerte.