Al menos 3 propiedades afectan cómo se sienten los materiales.
1. Rugosidad o textura de la superficie que puede no ser inherente al material, sino una propiedad de la muestra que está tocando.
2. La difusividad térmica gobierna la velocidad de transferencia de calor entre la yema del dedo y el material y qué tan frío o cálido se siente a una diferencia de temperatura inicial dada. Los diamantes tienen la mayor difusividad térmica de cualquier material por un factor importante. Es por eso que a veces se les llama “hielo”.
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3. Coeficiente de fricción con la piel en la punta de los dedos que puede deberse al material en sí, como el teflón PTFE o una reacción química con aceites en la piel, como un alcakai que saponifica los aceites de la piel en una película de jabón resbaladizo o un contaminante en el superficie del material en lugar del material en sí, como el aceite u otro material.
