¿Qué cantidad de fuerza se requiere para destruir un asteroide de níquel al 95% de 350 millas de diámetro?

Una cantidad realmente espectacular, ya que primero tendrías que hacerlo.

De los asteroides del cinturón principal, solo Ceres es de ese tamaño o mayor, y es principalmente roca y hielo. La única forma en que un trozo o níquel de 350 millas puede flotar en el espacio es si es un remanente de un núcleo protoplanetario, y no se conoce ninguno tan grande.

Aún así, si existiera, sería extremadamente denso. Una detonación nuclear con forma solo cavaría un cráter, y uno pequeño en comparación con nuestras expectativas terrenales. El níquel es bastante suave, pensó, por lo que podría ser posible introducir un penetrador de tungsteno a alta velocidad.

Depende, supongo, de lo que quieres decir con “destruir”. Si quiere decir, explótelo en pedazos, necesita un equipo de mineros e ingenieros para volar un túnel hasta su núcleo y construir una bomba de hidrógeno del tamaño de un portaaviones (digamos, unos pocos miles de gigatoneladas). Y eso podría no funcionar. A menos que la bomba fuera muy, muy, muy grande, hay una posibilidad más que razonable de que simplemente abriera un respiradero a la superficie y volara como el primer cohete nuclear de níquel / plasma de la historia.

Pero si quiere decir, literalmente, vaporizarlo, una apuesta segura sería exponerlo a una supernova cercana. Desde el exterior, será muy difícil hacer más que volar un hoyo en la superficie.

Todas las armas nucleares en el mundo no tendrían ni siquiera una billonésima parte del poder requerido para esto. Simplemente no es posible “volar” un planeta, un asteroide o cualquier otro cuerpo rocoso en el espacio. Eso solo funciona en películas, no en la vida real. Si un asteroide de 350 millas de diámetro se dirigiera a la Tierra, no habría nada que pudiéramos hacer. Punto final. Estamos condenados.

Si un asteroide mucho más pequeño se dirigiera a la Tierra, volarlo aún está fuera de discusión, pero podríamos alterar su órbita para que pierda el planeta. Una bomba nuclear sería exactamente la herramienta incorrecta para este trabajo. En cambio, nuestra mejor apuesta sería enviar algún tipo de propulsor de bajo poder pero de alto impulso al asteroide y doblar muy lentamente su trayectoria orbital para que nos falte un poco.