No sabemos que los electrones son partículas puntuales. Esa frase descriptiva que caracteriza al electrón es un traspaso de la antigua mecánica cuántica que precedió a la teoría cuántica de campos. QFT habla de los campos como primarios y las partículas se denominan excitaciones de varios campos. Por lo tanto, el electrón se considera, en vista de la electrodinámica cuántica (QED), como una excitación del campo de electrones, ya que el fotón es del campo electromagnético.
La partícula a la que nos referimos y detectamos como un electrón es un promedio estadístico de todas las interacciones posibles, que implican la aniquilación y la creación, que el electrón postulado podría tener con varias partículas. Estos incluyen leptones (electrones y neutrinos), quarks y bosones medidores.
En otras palabras, lo que llamamos un electrón es en realidad una especie de ficción conveniente, definida por nosotros mismos de tal manera que se adapte a nuestros propósitos (que puede cambiar de vez en cuando y en diferentes contextos o circunstancias). Lo que puede ser real es El campo del medidor y el electrón es una especie de manifestación transitoria que emerge de este campo en el contexto de nuestras mediciones. Como tal, no tiene sentido describir los electrones como “puntuales” o “no puntuales”. De hecho, tampoco son sino algo completamente diferente.
- ¿Cómo sabemos que los electrones son partículas puntuales?
- ¿Cómo ha impedido la propiedad de onda de los electrones su colisión con el núcleo? En otras palabras, ¿qué tiene de especial la naturaleza ondulada de los electrones?
- ¿Por qué fluye corriente a través de un condensador aunque el circuito no está completo?
- ¿Las cosas tienen colores porque sus electrones se excitan cuando los fotones los golpean?
- ¿Por qué no chocamos electrones entre nosotros (o lo hacemos)?