¿Cuál de las lunas de Saturno está cubierta de arena electrificada?

Hay mucha rareza en Titán. La luna más grande de Saturno es el único otro lugar en el sistema solar que conocemos que tiene mares líquidos en su superficie, pero están llenos de etano y metano en lugar de un buen H2O. Es el hogar de un volcán que hace erupción de hielo y nieve. Y ahora, resulta que incluso la característica geológica más mundana de todos los tiempos, la arena, tiene una sorpresa sorprendente para los futuros titanianos. Así es, todo está electrificado.

Entonces, ¿qué está pasando aquí? Básicamente, cuando se levanta el viento en la luna, los gránulos de arena chocan entre sí y se cargan por fricción, como un suéter estático que acaba de sacar de la secadora. El mismo fenómeno ocurre en la Tierra, por cierto, pero las condiciones en Titán hacen que las fuerzas eléctricas se desarrollen mucho más fuertemente. En un experimento en Georgia Tech, los investigadores tomaron granos de naftaleno y bifenilo (compuestos que se cree que existen en la superficie de Titán) y los colocaron en una cámara de presión que recrea la atmósfera rica en nitrógeno de la luna. Después de unos 20 minutos de agitación, la arena comenzó a pegarse, y alrededor del 2% al 5% estaba tan cargada eléctricamente que no se caería del vaso. Según el profesor Josef Dudek, quien dirigió el estudio, “si agarraras montones de granos y construyeses un castillo de arena en Titán, tal vez permanecerían juntos durante semanas debido a sus propiedades electrostáticas”.

Este descubrimiento arroja mucha luz sobre uno de los fenómenos más extraños encontrados en Titán. En 2012, la sonda Cassini descubrió que Titán está cubierto de dunas masivas, de unos 300 pies de altura y cientos de millas de largo. La cuestión es que los vientos de Titán soplan de este a oeste, mientras que las dunas parecen haberse formado en la dirección opuesta. Pero como la arena se mantiene unida por fuerzas electromagnéticas tan fuertes, el viento no es lo suficientemente fuerte como para moverla. También tienen otros efectos secundarios: según Dudek nuevamente, cualquier nave espacial que aterrice en el planeta no se está limpiando. “Piensa en poner un gato en una caja de cacahuetes”, dice, y por muy lindo que sea, podría significar grandes problemas en una situación en la que cada peso extra cuenta.