Originalmente, la tabla de períodos se organizó en pesos atómicos ascendentes. Los pesos atómicos fueron relativamente fáciles de determinar, solo con un simple balance químico.
Se necesitaban un par de trozos de barajado para que los elementos cayeran en grupos limpios (grupos I a VIII). De ahí surgió el concepto de número atómico: era simplemente la posición del índice del elemento en la tabla periódica.
Entonces llegó la electricidad.
En estos días, podemos establecer experimentos que muestren que cada elemento tiene el mismo número de electrones cargados negativamente que su número atómico. Por inferencia, el núcleo debe tener el mismo número de cargas positivas cuando el elemento está en su forma natural y eléctricamente neutro.
- ¿Qué tan difícil es reaccionar el hidrógeno y el CO para producir metanol?
- ¿Cuál es el método de Liebig para la estimación de carbono e hidrógeno?
- ¿La madera reacciona con el hidrógeno?
- El hidrógeno es inflamable y el oxígeno es partidario de la combustión, pero ¿por qué se usa el agua para extinguir el fuego?
- ¿Cómo es relevante para la vida el descubrimiento de hidrógeno molecular en el océano de Encelado?
Sin embargo, lo que es más importante (y la respuesta histórica a su pregunta), cuando dispara partículas a objetivos metálicos, emiten rayos X, a una frecuencia que es proporcional a la raíz cuadrada del número atómico. Fue en este punto que la gente se dio cuenta de que el número atómico tenía un significado físico, y no era solo un índice de la posición en la tabla periódica.