El número de descubrimientos realizados en cualquier campo probablemente supera con creces el número que se recuerda por un período de tiempo. Los descubrimientos se recuerdan cuando tienen aplicaciones prácticas inmediatas. La alquimia es más una “protociencia” que una pseudociencia: aunque los experimentadores carecían de una base teórica sólida, muchos de ellos aplicaban un verdadero método científico al realizar experimentos metódicos y analizar los resultados. Los químicos posteriores conservaron el conocimiento alquímico más útil o “colorido” y dejaron el resto (o lo redescubrieron siglos después).
Un ejemplo más reciente de conocimiento olvidado es la capacidad de identificar con precisión y preparar plantas silvestres comestibles. Cuando las plantas silvestres desempeñaron un papel importante en la supervivencia humana, muchas personas tenían un conocimiento enciclopédico de cómo ubicar y preparar plantas comestibles. Ahora el conocimiento está restringido a unos pocos entusiastas, y presumiblemente se ha perdido mucho.
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