Posiblemente debido a inconsistencias en el uso común versus el uso científico de la palabra “fuerza” parece confundir la fuerza con “energía”.
Históricamente, la palabra fuerza, de hecho, se usaba comúnmente para lo que ahora entendemos como energía, y ese uso todavía se encuentra en frases como “la fuerza del huracán” y “la fuerza del terremoto”. En ambos casos, el uso de la palabra “fuerza” no se ajusta a su significado dentro de la física newtoniana. Idealmente, debería reemplazarse con la palabra “energía”.
Dentro de la física newtoniana, los objetos o sistemas específicos ejercen fuerzas sobre otros objetos o sistemas específicos. Son el resultado de interacciones y solo existen mientras las interacciones continúan. No se conservan, como se conserva la energía, y no se pueden transferir.
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La energía puede viajar a través de las cosas e incluso transferirse a otra cosa del otro lado. Puedes ver los efectos de esto con algo llamado Newton’s Cradle. La energía se transfiere de una esfera de acero a la siguiente.
Las cosas se rompen cuando las tensiones internas exceden la fuerza interna del objeto en cuestión. Si bien la energía puede viajar a través de un objeto impactado, las fuerzas ejercidas por el objeto impactante no pueden. Cuando se ejerce una fuerza de impacto sobre algo, la parte del objeto que se golpea se acelera por la fuerza ejercida. Luego se recuperará a su posición original en el objeto como resultado de las fuerzas de restauración, como las fuerzas en un resorte comprimido, o no se recuperará. Si no se recupera, las partes internas del objeto no se conectaron lo suficientemente fuerte como para proporcionar las fuerzas de restauración necesarias, y el objeto se rompe. La ruptura podría ser solo local, como una abolladura en una superficie, o podría ser una ruptura completa.
