Sí, el entorno de las lunas de Júpiter y Saturno es más propicio, pero hay varias razones por las que no podemos habituarnos allí.
En primer lugar, están muy, muy lejos de la Tierra y, por supuesto, Marte está mucho más cerca.
Segundo: Nuestro planeta ocupa lo que los científicos a veces llaman la zona Ricitos de oro . Su distancia de nuestra estrella significa que no es ni demasiado caliente ni demasiado frío para soportar agua líquida, que se cree que es un ingrediente clave para la vida. Los astrónomos están buscando planetas rocosos como el nuestro en las zonas de Ricitos de Oro de otras estrellas. Marte está un poco fuera de esta zona, mientras que esas lunas están muy lejos.
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La temperatura de la superficie de Europa (luna de Júpiter) en el ecuador nunca sube por encima de menos 260 grados Fahrenheit (menos 160 grados Celsius ). En los polos de la luna, la temperatura nunca sube por encima de menos 370 F (menos 220 C).
La temperatura en Titán (luna de Saturno) es de menos 290 grados Fahrenheit (menos 179 grados Celsius ).
Un día de verano en Marte puede alcanzar hasta 70 grados F ( 20 grados C ) cerca del ecuador.
La diferencia muestra la evidencia de Marte sobre esas lunas.
Lo más importante es que, incluso en la Tierra, todo se alimenta de energía solar. Sin sol no habrá vida ni nada.
Marte recibe menos energía solar que la Tierra pero no cero. La energía solar recibida por la Tierra es de 1370 vatios por m² mientras que en Marte se reduce a 517 vatios / m², donde en Júpiter es de 50 vatios / m² y finalmente Saturno recibe energía de .78 vatios / m².
Tales cantidades bajas de energía recibidas por esas lunas no pueden alimentar la vida.
