Omics espaciales desbloquean perspectivas de comunicación celular

Omics espaciales revelan nuevas perspectivas de comunicación celular

El cuerpo humano, compuesto por 37 billones de células, plantea un desafío complicado para los biólogos que se esfuerzan por comprender cómo estas células interactúan para mantener la vida. La omicidad espacial, un sector emergente de tecnologías, tiene como objetivo equipar a los investigadores con las herramientas necesarias para abordar este desafío. En las últimas dos décadas, la revolución omicidad ha mejorado nuestro conocimiento de la biología celular y tisular a través de enfoques como la secuenciación masiva y las metodologías omicidad de células individuales. Sin embargo, estas técnicas requerían separar las células de su tejido nativo, lo que hacía imposible examinar su disposición espacial.

La omicidad espacial ahora ha entrado en juego para llenar este vacío, permitiendo a los científicos analizar células individuales y visualizar sus ubicaciones e interacciones dentro de un tejido. Al preservar el contexto espacial crucial, estas técnicas de vanguardia allanan el camino para una comprensión más completa de la comunicación y función celular, brindando así conocimientos cruciales sobre los intrincados mecanismos que rigen la salud y la enfermedad humanas.

¿Por qué es importante la omicidad espacial?

La omicidad espacial permite la evaluación de la actividad de biomoléculas directamente a partir de muestras de tejido. Esta tecnología es vital para observar las celdas y los sucesos biológicos con un detalle sin igual, ya que numerosos procesos biológicos están gobernados por interacciones altamente localizadas entre células en entornos tisulares espacialmente diversos. Las tecnologías de omicidad espacial han evolucionado desde prototipos hasta instrumentos comercializados accesibles para aplicaciones científicas generales, capaces ahora de perfilar decenas de miles de biomoléculas a resoluciones que abarcan desde células individuales hasta subcelulares.

Los avances en datos y AI plantean nuevas preguntas sobre la generación de conjuntos de datos extensos para hallazgos de relevancia clínica y cómo los científicos de datos emplearán la IA para analizar los datos de omicidad espacial. La colaboración interdisciplinaria entre biología, ciencia de datos y expertos en IA es esencial para aprovechar la omicidad espacial en la medicina personalizada e innovación terapéutica.

Crédito de imagen destacada: Google DeepMind; Pexels