¿Cuándo se convertirá el tratamiento con células madre en un método frecuente y regular para tratar muchas enfermedades?

Los trasplantes de médula ósea, que son básicamente un tratamiento de células madre hematopoyéticas, ya se usan ampliamente para tratar cánceres como la leucemia y el mieloma múltiple, afecciones hematológicas como la anemia aplásica e inmunodeficiencias congénitas como la SCID.

Las células madre hematopoyéticas son fáciles de recolectar y transportar porque están diseñadas para ser móviles dentro del cuerpo. El proceso por el cual las células madre hematopoyéticas se convierten en células sanguíneas se entiende bastante bien y ocurre en el adulto. Aun así, los trasplantes de estas células siguen siendo un último tratamiento para muchas de estas enfermedades debido al hecho de que el sistema inmunitario del receptor debe ser suprimido antes de que pueda realizar el trasplante.

Otros tipos de células madre no serán tan fáciles de tratar. La mayoría de los otros tejidos del cuerpo están situados en un determinado contexto, y es difícil identificar las células madre y extraerlas. Además, con otros tipos de células madre, deberá asegurarse de que las células recién nacidas migren al contexto correcto y se integren correctamente. Por ejemplo, si trasplantaste células madre neurales, querrás que las neuronas recién nacidas formen contactos con las neuronas más antiguas que ya están en tu cerebro y transmitan las señales adecuadas; de lo contrario, podrían interferir con el funcionamiento de tu cerebro o incluso promover la epilepsia. Además, para muchos tipos de células madre, todavía no conocemos las señales correctas que promueven un tipo de destino versus el otro, algo que queremos saber antes de arrojar estas células al cuerpo.

Todos estos son problemas de investigación, y deberíamos poder resolverlos eventualmente. Sin embargo, no creo que el problema del sistema inmunitario desaparezca tan fácilmente. Necesitamos descubrir trucos para que las células trasplantadas eviten la detección del sistema inmune. Alternativamente, podríamos encontrar formas de recolectar, modificar y usar las propias células madre de un paciente. Sin embargo, eso no siempre será posible, especialmente si la condición es tal que las propias células madre del paciente están enfermas o ausentes.

En resumen, los “tratamientos con células madre” en forma de médula ósea y otros trasplantes de células madre hematopoyéticas ya son un “método frecuente y regular para tratar muchas enfermedades”. Sin embargo, es probable que el uso de otros tipos de células madre esté más lejos.