“Cada persona tiene un ‘techo genético’ de lo que puede lograr atléticamente” no es exactamente una mentira, pero no es una buena descripción. En lugar de un techo, piense en una pendiente cuesta arriba que se vuelve más y más empinada hasta que se asemeja a un acantilado. En algún momento, puede decir que ha llegado a la cima de lo lejos que puede ir hacia arriba, pero en la práctica no hay ninguna señal que le indique dónde detenerse, y siempre se preguntará si podría haber ido más lejos si hubiera entrenado de manera diferente, comido de manera diferente, durmió más, durmió menos … el progreso hacia el extremo superior de su potencial se ralentiza y no hay nadie que pueda decirle si ha llegado al final o si alguien lo ha hecho alguna vez.
Pero definitivamente hay diferencias en el potencial genético, y no solo las cosas obvias como la altura o la densidad ósea. Existen diferencias químicas que determinan qué tan rápido puede absorber oxígeno, o qué tan rápido sus fibras musculares pueden contraerse y relajarse. Pero determinan qué tan difícil es mejorar, en lugar de un límite repentino.
- ¿Por qué las células eucariotas necesitan poder activar y desactivar genes según sea necesario?
- ¿Podría la simbiosis ser realmente un ejemplo de selección grupal?
- ¿Los gemelos viven más o menos la misma edad?
- ¿Hasta dónde puedes llegar a tu ascendencia?
- ¿Qué es la mutación y cómo se relaciona con la evolución?