Un sistema básico de rociado de metal consta de los siguientes componentes:
- Pistola pulverizadora: este es el dispositivo principal que realiza la fusión y la aceleración de las partículas a depositar.
- Alimentador: suministra el polvo, el alambre o el líquido a la antorcha.
- Suministro de medios: gases o líquidos para la generación de la llama o chorro de plasma, gases para transportar el polvo, etc.
- Robot: manipula la antorcha o los sustratos a recubrir.
- Fuente de alimentación: a menudo, una fuente de alimentación independiente para la antorcha.
- Consola de control: unidad integrada o separada para todos los componentes anteriores.
La pulverización de metal ofrece recubrimientos con un rango de espesor aproximado de 20 micrómetros a varios milímetros, dependiendo del proceso y la materia prima. Los materiales de recubrimiento disponibles para la pulverización térmica incluyen metales, aleaciones, cerámicas, plásticos y compuestos. La calidad del recubrimiento generalmente se evalúa midiendo su porosidad, contenido de óxido, dureza macro y micro, resistencia de la unión y rugosidad de la superficie.
Procesos utilizados para aplicar un recubrimiento metálico en aerosol:
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- Pulverización de plasma
- Pulverización de detonación
- Pulverización de alambre de arco
- Pulverización de llama
- Pulverización de recubrimiento de oxicombustible de alta velocidad (HVOF)
- Pulverización en caliente
- Pulverización en frío
La pulverización de metales se usa principalmente para producir recubrimientos en materiales estructurales. Dichos recubrimientos proporcionan protección contra altas temperaturas, corrosión, erosión y desgaste. También pueden cambiar la apariencia, las propiedades eléctricas o biológicas de la superficie.