Las hormonas vegetales se dividen en cinco categorías: auxinas, citoquininas, giberelinas, inhibidores (o ácido abscísico) y etileno. Y las funciones de cada hormona también se dan:
Auxinas
La función principal de las hormonas auxinas es alargar las células vegetales en el tallo. Por ejemplo, las auxinas son las hormonas responsables del fototropismo, el crecimiento de una planta hacia la luz. El fototropismo resulta del alargamiento rápido de las células en el lado oscuro de la planta, lo que hace que la planta se doble en la dirección opuesta. La hipótesis del crecimiento ácido explica este hecho al especular que las auxinas activan las bombas de protones en las membranas celulares, reduciendo el pH en la pared celular hasta tal punto que los enlaces de hidrógeno que mantienen juntas las fibras de celulosa se rompen. Estos enlaces rotos le dan a la pared celular una mayor flexibilidad y capacidad de expansión, de modo que más agua puede ingresar a la célula por difusión, haciendo que la célula misma se alargue.
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Las auxinas también son responsables del desarrollo adventicio de las raíces, el crecimiento secundario en el cambium vascular, la inhibición de la ramificación lateral y el desarrollo del fruto. De hecho, las frutas sin semillas se pueden crear artificialmente aplicando auxina sintética a las plantas; Esto hace que la fruta se desarrolle aunque la fertilización (y por lo tanto la formación de semillas) no haya ocurrido.
Citoquininas
Las hormonas citoquininas promueven la división celular y el crecimiento de los tejidos, y dependen de la presencia de auxinas para determinar el alcance de su actividad. Cuando la proporción de citoquininas a auxinas es relativamente alta, se estimula el crecimiento del tallo y la hoja. Cuando, por otro lado, la proporción de citoquininas a auxinas es relativamente baja, se estimula el crecimiento de la raíz. El equilibrio entre estas hormonas asegura que la planta invierta en el crecimiento de raíces y brotes, de modo que ninguno se vuelva demasiado grande o pequeño para el otro. Las citoquininas también están involucradas en el desarrollo de cloroplastos, frutas y flores. Además, se ha demostrado que retrasan la senescencia (envejecimiento), especialmente en las hojas, que es una de las razones por las que los floristas usan citoquininas en flores recién cortadas.
Giberelinas
Las giberelinas estimulan el crecimiento, especialmente el alargamiento del tallo, y también pueden terminar el período de latencia de las semillas y los brotes al estimular la germinación. Además, las giberelinas desempeñan un papel en el crecimiento y la diferenciación de las raíces, y producen una enzima que promueve la conversión del suministro de alimentos con almidón de un embrión en azúcares utilizables. En algunas plantas, estas hormonas son esenciales para la floración y el desarrollo del fruto.
Inhibidores
Fieles a su nombre, los inhibidores limitan el crecimiento y mantienen el período de latencia en semillas y brotes. El más importante de este tipo de hormona es el ácido abscísico, que además de restringir el crecimiento, hace que las células protectoras de los estomas se cierren cuando la planta pierde demasiada agua.
Etileno
El etileno es mejor conocido por controlar la maduración de las frutas. También contribuye a la senescencia (envejecimiento) de las plantas al promover la pérdida de la hoja (denominada abscisión de la hoja) y otros cambios. El etileno puede sacar brotes y semillas de la latencia, iniciar el desarrollo de la floración y promover el crecimiento radial (horizontal) en las raíces y tallos. Curiosamente, en ciertas circunstancias, el etileno también puede actuar como un inhibidor del crecimiento, con mayor frecuencia junto con la auxina.
