Por accidente, de verdad. Al menos hasta ahora.
Primero, algunos antecedentes sobre planetas rebeldes:
Los gigantes gaseosos se forman muy lejos de sus estrellas, en escalas de billones de millas, donde hace suficiente frío para que se forme hielo. El hielo recoge polvo y gas, y estos grumos gaseosos se hacen cada vez más grandes. Finalmente, después de millones de años, obtienes un gigante de gas. Júpiter, Saturno, Neptuno y Urano se formaron de esta manera, y en las mismas órbitas que vemos hoy. Debido a que se forman tan lejos de sus estrellas, los astrónomos se sorprendieron bastante cuando descubrieron exoplanetas como WASP-12b, que orbita muy cerca de su estrella. Este planeta es enorme, un 40% más masivo que Júpiter.
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La teoría es así: mientras se formaba, la inmensa gravedad de WASP-12b perturbó el disco de polvo del que se formó, causando turbulencias. Esto creó olas en el disco, ondas de densidad, como olas en el océano. Durante cientos de años, el planeta montó las olas hacia su estrella. A medida que se acercaba a la estrella, comenzó a sentir la radiación de la estrella cada vez más y comenzó a calentarse. De hecho, hemos descubierto bastantes de estos, unos 100, lo que los hace bastante comunes. Se llaman “júpiter calientes”. Como se puede deducir, a medida que estos enormes planetas giran hacia adentro, causan estragos en las órbitas de otros planetas que están más cerca de la estrella. La inmensa gravedad de los gigantes gaseosos entrantes interrumpe el sistema, arrojando planetas desde sus caminos orbitales. Los planetas más pequeños pueden arrojarse al espacio.
Los planetas orbitan estrellas, y entre las estrellas hay un vasto mar de oscuridad. Siempre hemos pensado en el espacio como vacío; esa es una característica definitoria y por eso lo llamamos “espacio”. Cuando los cazadores de planetas pasaron de mirar las estrellas al espacio profundo, hicieron un descubrimiento sorprendente: en la oscuridad entre las estrellas, comenzaron a aparecer planetas, primero un gigante de gas oscuro, luego varios más. Finalmente, surgieron 10 planetas sin estrellas. Todos los planetas rebeldes encontrados hasta ahora han sido gigantes gaseosos, pero los gigantes gaseosos son mucho más fáciles de ver. No hay razón para suponer que los planetas rocosos más pequeños no están ahí afuera también. Según algunos astrónomos, podría haber cientos de miles de millones de estos planetas rebeldes, superando en número a las estrellas.
Los planetas rebeldes están en la oscuridad total y no tienen calor, ya que no tienen una estrella que orbitar. Hasta ahora, por lo que puedo decir, los hemos encontrado por feliz coincidencia. Parece ser solo una cuestión de buscar en el lugar correcto.
