¿Cómo y por qué ocurre la competencia en un ecosistema?

Cada individuo en un ecosistema requiere ciertas cosas para sobrevivir y reproducirse. Compiten con miembros de su propia especie (intraespecífica) y miembros de otras especies que necesitan las mismas cosas (interespecífica). Estas cosas incluyen:

  • espacio o refugio

  • energía (del sol para plantas y otros fotosintetizadores, y de biomasa para todos los demás)

  • agua

  • nutrientes esenciales utilizados en biomoléculas

  • compañeros

Estas cosas probablemente no lo serán todas, pero al menos una de ellas tendrá un suministro limitado a medida que los organismos en un ecosistema las usen o las recojan y almacenen. Llamamos a este recurso (o recursos) el factor limitante, y su identidad varía de un ecosistema a otro y en diferentes momentos.

Por ejemplo, en los pastizales, el agua puede ser el factor limitante, particularmente en años muy secos. Las plantas compiten por las pequeñas cantidades de agua cultivando más raíces, maximizando el área de superficie que tienen en el suelo para que cualquier lluvia que caiga sea rápidamente absorbida por ellas antes de que otras plantas que tengan menos raíces puedan absorberla. Sin embargo, en un año húmedo, tiene menos sentido cultivar muchas raíces, porque el agua está disponible para todos. En estos años, la energía en forma de luz solar se convierte en el factor limitante a medida que cada planta corre para cultivar sus hojas más rápido que su competencia, a fin de evitar la sombra.

Así es como la competencia cambia con el tiempo. En cuanto a la variación entre ecosistemas, si observa un ecosistema de humedales o un ecosistema acuático, notará que las especies que viven allí nunca competirán por el agua, porque siempre está disponible. Las especies aquí no tendrán que invertir sus recursos en estructuras en crecimiento que absorban más rápidamente el agua. En cambio, necesitarán invertir esos recursos para cultivar sus hojas para absorber el espacio o para producir descendencia para competir por el espacio.

También debo mencionar que hay dos tipos de competencia directa que se reconocen en ecología: interferencia y explotación. También hay competencia indirecta , pero lo dejaré aquí. La competencia explotadora es lo que se muestra en las imágenes de arriba, y lo que he descrito hasta ahora, donde cada individuo trata de obtener un recurso más limitado que sus competidores, simplemente por ser más rápido o más eficiente en reunirlos.

La competencia por interferencia es mucho más dramática e involucra una pelea.

Los leones machos matarán a los machos rivales para acceder a sus compañeros.

Las plantas liberarán químicos de sus raíces que son tóxicos para otras plantas (alelopatía), otorgándoles acceso exclusivo al espacio, agua, nutrientes y luz solar.

Las aves destruirán los huevos de otras aves y luego se harán cargo de sus nidos.

La competencia es un factor fundamental en la estructura y función de los ecosistemas, y se manifiesta en muchas formas fascinantes.

El ecosistema es, por definición, un sistema que conecta a los competidores. Si el nivel de competencia cae, dicho ecosistema invita a los nuevos miembros que aumentan el nivel de competencia.

Consulte la segunda ley de la termodinámica.