El “color” no es una cualidad inherente de la radiación electromagnética: los rayos X y las microondas son radiación EM, pero no les atribuimos la característica del “color”.
‘Color’ es una etiqueta subjetiva aplicada a una pequeña porción del espectro EM para el cual tenemos receptores bioquímicos. Las etiquetas que aplicamos son arbitrarias, al igual que los límites y los límites entre ellas. Diferentes grupos y culturas no solo aplican diferentes etiquetas (‘colorete’ versus ‘rojo’) sino que ni siquiera pueden ponerse de acuerdo si hay ‘realmente’ 5, 6 o siete colores en el espectro visible; Newton introdujo ‘índigo’ porque el número 7 era significativo para él, no porque fuera buena física.
Ciertas ilusiones ópticas solo funcionan porque el color es algo que ocurre en el cerebro, eso es subjetivo:
- ¿Cuál es la longitud de la pierna en la soldadura de filete si se unen placas de grosor desigual?
- ¿Te consideras personalmente responsable del cambio climático y la contaminación ambiental?
- ¿Por qué no se puede ver la Aurora Boreal en todas partes?
- ¿Los chemtrails juegan un papel en el calentamiento global?
- ¿Por qué hacer un agujero en la pared nos hace escuchar el sonido que viene del otro lado mejor que cuando el agujero no está allí?
Los cuadrados A y B tienen previsiblemente la misma codificación RGB pero se perciben como que tienen diferentes colores debido a diferentes contextos.
Entonces, a su pregunta: ¿pueden los humanos crear nuevas experiencias visuales subjetivas que justifiquen la necesidad de una nueva etiqueta de color? ¡Absolutamente! Pero recuerde que el color está en la mente, no en el exterior como cualquier tipo de ideal platónico.