No. Los catalizadores no cambian después de que se completan las reacciones químicas. Lamentablemente, existen innumerables mecanismos de desactivación que pueden afectar a los catalizadores. Estos son algunos de los más aplicables:
- Enmascaramiento físico de la superficie del catalizador: para que se produzcan las reacciones catalíticas, las especies reactivas deben entrar en contacto con la superficie del catalizador. Esto no es posible en situaciones en las que la superficie del catalizador queda enmascarada por una película superficial, o la entrada al catalizador está completamente bloqueada por restos extraños.
- Envenenamiento del catalizador (reversible e irreversible): es posible que las formas iónicas de elementos reactivos (es decir, azufre, sodio, fósforo) se unan y desactiven los sitios de reacción del catalizador.
- Exposición a altas temperaturas: para cada catalizador, hay un umbral de temperatura finito por encima del cual, el catalizador pierde actividad. Se observan dos mecanismos comunes: la sublimación de los sitios de reacción en catalizadores de óxidos metálicos mixtos, así como la pérdida de área superficial del catalizador debido a cambios de fase en el material de soporte subyacente (es decir, la transformación de rutilo a anatasa en el sistema de catalizador V-Ti-W)
- Reacciones no deseadas y no deseadas con moléculas en el entorno de reacción: los catalizadores, por su propia naturaleza, son altamente reactivos y pueden producirse numerosas reacciones no deseadas en el catalizador. Por ejemplo, en algunas zeolitas de intercambio iónico, es posible que el ión intercambiado se elimine por interacciones con agua e hidrocarburos.
- Erosión física: es posible que una corriente de gas reactivo erosione lentamente el catalizador hasta la nada. Este fue un problema importante para la primera generación de convertidores catalíticos de gasolina, que utilizaban perlas de cerámica catalizadas; El movimiento del vehículo provocaría que las cuentas se froten unas contra otras y se erosionen hasta convertirse en polvo.