En realidad, esto no es una posibilidad, es una especulación. El hecho de que nuestra tierra esté perfectamente posicionada en la zona habitable es un gran incremento de la idea. Y la posibilidad de que una roca espacial tenga vida tal como la conocemos hoy, golpeando el planeta correcto en la zona habitable en el momento correcto en el lugar correcto es tan infinitesimalmente pequeña que es casi cero.
La zona habitable es responsable de la existencia de agua líquida y oxígeno y la temperatura requerida para la existencia de vida en la tierra.
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Entonces, resulta que algunos de los compuestos químicos inorgánicos complejos que ya existen en la atmósfera hostil de nuestra tierra prehistórica atrajeron compuestos orgánicos a su alrededor para ganar estabilidad, formando así lípidos. Algunos de estos compuestos eran fóbicos o adictivos hacia la luz, la gravedad, el calor, la humedad, etc. y, por lo tanto, se ramificaban en diferentes formas de vida. Esa es la evolución de Darwin.
En cuanto al origen biológico extraterrestre, la civilización inteligente puede haber comenzado la vida en la tierra, pero ese resultado puede ser simplemente rechazado por nuestra vieja paradoja de Fermi.
