El fabricante de chips del Reino Unido, Arm, apunta a una valoración de más de $60 mil millones para su IPO en septiembre.

El fabricante de chips británico, Arm, tiene como objetivo una valoración de más de $60 mil millones para su IPO en septiembre.

El fabricante británico de chips Arm tiene como objetivo una oferta pública inicial (OPI) con una valoración de entre $60 mil millones y $70 mil millones tan pronto como en septiembre, en medio de una creciente demanda de semiconductores para la computación en la nube, la inteligencia artificial (IA) y las aplicaciones de vehículos eléctricos (VE).

Según informes de Bloomberg, la presentación de la OPI está programada para comenzar la primera semana de septiembre, con fijación de precios para la OPI la semana siguiente, citando fuentes familiarizadas con el asunto. En este contexto, una presentación de la OPI es una serie de eventos previos que brindan a una empresa la oportunidad de mostrar su propuesta de valor, impresionar a posibles inversores y, en última instancia, aumentar su participación.

Arm busca recaudar hasta $10 mil millones en su debut en el mercado público. Esto lo convertiría en una de las OPI más grandes en la historia de la industria tecnológica, solo por detrás de Alibaba en 2014 y Meta en 2012.

A principios de este año, los banqueros valoraron al fabricante de chips entre $30 mil millones y $70 mil millones. Los ejecutivos de Arm aún podrían aspirar a una valoración de hasta $80 mil millones, pero las posibilidades de lograr esto son “inciertas”, según la fuente de Bloomberg.

Arm ha estado planeando la OPI durante un tiempo. En abril, presentó en forma confidencial una solicitud ante los reguladores para cotizar en el mercado de valores de Estados Unidos, después de rechazar la solicitud del gobierno británico de cotizar sus acciones en Londres.

A menudo descrita como la principal empresa de tecnología de la información del Reino Unido, Arm, con sede en Cambridge, diseña chips informáticos eficientes en energía. Las arquitecturas de la empresa se encuentran en innumerables aplicaciones, desde ciudades inteligentes hasta computadoras portátiles, pero son más conocidas por alimentar dispositivos móviles. Alrededor del 95% de los teléfonos inteligentes del mundo utilizan su tecnología.

Los diseños de Arm se utilizan para fabricar chips producidos por la mayoría de las principales empresas de semiconductores del mundo, incluidas Intel, AMD, Nvidia y Qualcomm. Tanto Nvidia como Intel están en negociaciones para convertirse en inversores ancla en la empresa británica.

“Arm ha tenido un papel enormemente importante, pero detrás de escena y no muy bien comprendido durante mucho tiempo”, dijo Bob O’Donnell, presidente de TECHnalysis Research, a Bloomberg. “Ahora hay una mayor conciencia de lo que hace Arm y el papel que desempeña”.

Desde que asumió como CEO el año pasado, René Haas ha estado trabajando para diversificarse más allá del mercado de teléfonos inteligentes, apuntando a aplicaciones informáticas más avanzadas, como las de computación en la nube y la IA. La empresa también ha avanzado en el sector automotriz, donde ha duplicado sus ingresos desde 2020. Cotizar en bolsa podría ser el impulso de financiamiento que Arm necesita para aprovechar aún más estos mercados emergentes de manera rápida.