Lo siento, ¿te refieres al concepto de Iain M. Banks de un mundo orbital de tipo anillo?
Por el momento, esa es una construcción hipotética. Dado que si tuviéramos que construir uno (si ignoramos totalmente las limitaciones de recursos), también implica que existe el potencial para controlar las diversas dinámicas del clima.
Lógicamente, la construcción se haría en placas separadas que se combinan en el mundo del anillo orbital más grande. Con cada placa del tamaño de los continentes, la forma más fácil de manipulación es mantener el clima / ambiente de cada placa única y distinta de las demás. Si tuviera que abrir cada una de las placas, solo tratar de controlar y calcular el derrame de una placa a otra probablemente le causaría pesadillas. Por supuesto, habría un flujo constante en una dirección particular, ya que el anillo debería estar girando lógicamente (para generar la fuerza gravitacional necesaria para mantener las cosas sobre los continentes de placas).
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Pero si tuviera que construir esto en el espacio, no hay nada que impida que toda la estructura gire en otros ángulos con respecto a otros efectos gravitacionales de otros cuerpos estelares.
No he visto propuestas detalladas de tener lunas orbitando este tipo de orbitales (lo que podría ser importante si estás pensando en implementar cosas como las mareas).
Personalmente, no creo que haya muchas opciones para las direcciones generales del viento (a menos que alguien piense en introducir grandes turbinas para empujar artificialmente el aire). Pero potencialmente en cualquier espacio cerrado puede haber remolinos que produzcan efectos similares de tornados o huracanes.
Las variaciones climáticas pueden ser difíciles de manipular, ya que se construyen artificialmente a menos que construyamos intencionalmente variaciones extrañas como velocidades de giro variables (que afectarían a la gravedad) o ángulos de giro variables que pueden afectar la proximidad a la fuente de luz cercana (una fuente estelar / nuclear) – eso puede variar la energía que golpea los continentes para controlar las variaciones de temperatura.
Podría haber otros problemas: la ausencia de un norte / sur magnético podría confundir a ciertas especies de animales que dependen de algunos aspectos del magnetismo para la navegación.
Permitir que las arenas cambien puede crear problemas de agotamiento y acumulación excesiva en áreas que pueden necesitar abordarse por separado.
También existe potencialmente el problema del control del peso, es decir, cómo garantizar que la variación en el entorno físico y la biomasa no afecte el orbital y provoque una oscilación extraña debido a la extraña distribución del peso en la megaestructura.
También existe preocupación por la intervención y la interrupción de los peligros del espacio exterior (meteoritos / cometas y otros desafíos de radiación), tanto en la base de la placa exterior como en los continentes de la placa interior.
Otra nueva consideración sería un efecto de difusión: ¿las placas con más oxígeno (más plantas) enfrentarían diferenciales de presión con respecto a una placa vecina que se agota?
Por el momento, todo esto es hipotético, pero mi respuesta para usted es: dado que se trata de una construcción artificial, el clima debería ser lógicamente controlable artificialmente a un costo que la mayoría no está dispuesto a pagar.
