¿Existe una fuerza oculta que está causando la naturaleza probabilística de las partículas cuánticas?

No según las interpretaciones estándar de la física. Sin embargo, la pregunta no está realmente resuelta.
Fue Einstein quien se opuso muy fuertemente a las interpretaciones probabilísticas de la mecánica cuántica. Por supuesto, es famoso por afirmar que “Dios no juega a los dados con el universo”. Einstein quería formular una versión de la mecánica cuántica que eliminara los elementos probabilísticos. Sin embargo, más tarde se demostró mediante experimentos como los realizados por Alain Aspect que si había alguna variable oculta, tenían que ser muy no locales. Eso eliminó el tipo de causalidad local de la que Einstein estaba a favor.
Sin embargo, otros físicos como David Bohm y Basil Hiley persiguieron la idea de variables ocultas no locales. Su concepción de la mecánica cuántica restableció la causalidad y el determinismo, pero esta formulación implicó campos no locales increíblemente complicados y profundamente interconectados que serían muy difíciles de calcular. Bohm acuñó el término “orden implicado” para describir esta dinámica. Aproximadamente, se puede pensar que su punto de vista implica la aparición de un mundo fenomenal desde un orden más profundo de la realidad. Este punto de vista podría verse como una “fuerza oculta”, aunque sería muy complejo, no una simple fuerza con acción local como vemos en la física newtoniana.