Oh si lo hay. Fue inventado en 1912 por un químico suizo (por supuesto), llamado Jacques Brandenburger. Se llama “celofán”. Es posible que haya oído hablar de él.
El celofán es 100% biodegradable y está hecho de cualquier fuente de pulpa de celulosa, de madera, cáñamo o algodón, por reacción de la celulosa con disulfuro de carbono. esto forma una sustancia conocida en la industria como “viscosa” que luego se extruye en láminas delgadas de plástico transparente que se usa para envolver alimentos y una variedad de otros productos.
Debido a que el disulfuro de carbono, un contaminante atmosférico, se usa en su fabricación, la celulosa a veces está mal vista. Pero ES un plástico biodegradable, hecho de fuentes vegetales de celulosa. Y ha estado alrededor de más de 100 años.
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Un paquete de galletas en una envoltura de celofán.
En cuanto a otros plásticos biodegradables, hay una variedad de sustancias de poliéster como el ácido poliláctico, el poli-3-hidroxibutirato y la policaprolactona que se descomponen relativamente rápido por la acción de las enzimas bacterianas y el agua.
Los plásticos no biodegradables como el PVC y el poliestireno son prácticamente indestructibles y durarán cientos de miles de años.
Es muy importante para los humanos reemplazar los plásticos no biodegradables con versiones ecológicas siempre que sea posible. Algunas aplicaciones como la plomería, sin embargo, continuarán requiriendo plásticos como el PVC (o mejor aún, cobre).
El hecho de que una sustancia sea “biodegradable” no significa que se descompondrá cuando se encerra debajo de miles de toneladas de basura en un vertedero. Ha habido excavaciones de basura en vertederos, desde hace casi 100 años, que han encontrado periódicos legibles totalmente intactos. El papel es un material eminentemente biodegradable, pero cuando se somete al ambiente anaeróbico que se encuentra debajo de muchas toneladas de basura en un vertedero, en realidad se conserva, lo que sería el caso de los plásticos como los discutidos aquí también.
Un material biodegradable solo se descompondrá en la medida en que lo permita el entorno al que está sujeto.
