Cuando se procesa un metal o aleación, los átomos dentro de cada grano en crecimiento se alinean en un patrón específico, dependiendo de la estructura cristalina de la muestra. Con el crecimiento, cada grano eventualmente impactará en otros y formará una interfaz donde las orientaciones atómicas difieren. Se ha establecido que las propiedades mecánicas de la muestra mejoran a medida que disminuye el tamaño del grano. Por lo tanto, la composición y el procesamiento de la aleación deben controlarse cuidadosamente para obtener el tamaño de grano deseado.
Después de la preparación de la muestra metalográfica, los granos en una aleación específica a menudo se analizan mediante microscopía, donde el tamaño y la distribución de estos granos pueden demostrar la integridad y la calidad de la muestra. Por ejemplo, prácticamente cómo se desarrolla el tamaño de grano o porque la vida humana puede estar en juego, los fabricantes de automóviles estudian el tamaño y la distribución de granos en una aleación en particular para determinar si un componente automotriz de nuevo diseño resistirá en circunstancias extremas. Los fabricantes de componentes aeroespaciales deben prestar especial atención a las características de granos de un componente de aluminio utilizado en el tren de aterrizaje de un avión comercial.
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