Nuestras papilas gustativas son sensibles a las grandes moléculas orgánicas, porque así es como nos diseñó la evolución. Salado y amargo son gustos bastante comunes para ciertas moléculas inorgánicas (NaCl o sal de mesa, por ejemplo). He tenido la desgracia de probar varios otros productos químicos (inofensivos) en el pasado, y todos sabían salados o amargos.
Cuando se trata de átomos, por ejemplo, si intentas probar metales puros, todos producirán un sabor ‘metálico’ característico. Aunque la sensación es bastante leve, lo que indica que nuestras papilas gustativas ya están perdiendo sensibilidad, aún puede señalar su carácter distintivo.
Finalmente, cuando se trata de partículas subatómicas como electrones, protones o neutrones, estas partículas simplemente pasan a través del cuerpo humano. De hecho, estamos constantemente sometidos a lluvias cósmicas por ionización electromagnética de átomos en la atmósfera superior. Sin embargo, somos completamente insensibles al paso de estas partículas a través de nuestros cuerpos.
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Entonces no, los humanos no pueden saborear partículas subatómicas ya que simplemente pasan a través de nuestros cuerpos.
