La nave espacial detecta pequeños chorros que podrían ser la fuente del viento solar.

La nave espacial detecta pequeños chorros que podrían ser la fuente del viento solar.' English 'The spacecraft detects small jets that could be the source of the solar wind.

Una nave espacial ha detectado pequeños chorros que podrían ser la elusiva fuente del viento solar del sol.

El descubrimiento fue realizado por el Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA). Según la ESA, el satélite es el laboratorio científico más complejo jamás enviado al sol.

Utilizando el Extreme Ultraviolet Imager (EUI), un conjunto de telescopios de observación remota, la sonda detectó chorros de material emergiendo de la atmósfera externa del sol.

Cada chorro dura entre 20 y 100 segundos. Durante estos fugaces momentos, expulsan partículas cargadas, conocidas como plasma, a alrededor de 100 km por segundo. Los científicos sospechan que los chorros están generando el viento solar.

En este mosaico de imágenes de los chorros, el polo sur del sol está a la izquierda. Crédito: ESA y NASA/Solar Orbiter/EUI Team

El viento solar es creado por la expansión hacia afuera del plasma desde la atmósfera más externa del sol. Esa atmósfera se conoce como la corona.

A medida que atraviesa el sistema solar, el viento solar alcanza velocidades de más de 1 millón de millas por hora. Cuando choca con el campo magnético de la Tierra, puede crear las auroras boreales y australes, así como interrupciones en los sistemas de GPS y comunicaciones. También protege a la Tierra de otras partículas dañinas provenientes del espacio.

A pesar de su inmenso impacto en el cosmos, los orígenes del viento solar siguen siendo un misterio. Pero el Solar Orbiter ha arrojado nueva luz sobre los secretos.

El equipo de investigación atribuye gran parte del mérito al instrumento EUI.

“Solo pudimos detectar estos pequeños chorros gracias a las imágenes sin precedentes de alta resolución y alta cadencia producidas por el EUI”, dijo Lakshmi Pradeep Chitta, el autor principal de un artículo sobre los hallazgos.

Ahora, la nave espacial inclinará lentamente su órbita hacia las regiones polares. Cuando eso suceda, proporcionará otra vista de los vientos solares.

Daniel Müller, científico del proyecto de la ESA para el Solar Orbiter, espera que las nuevas observaciones produzcan más evidencia.

“Es más difícil medir algunas de las propiedades de estos pequeños chorros cuando los vemos de lado, pero en unos años, los veremos desde una perspectiva diferente a la de cualquier otro telescopio u observatorio, lo que debería ayudar mucho”, dijo.