El 85% de los ciudadanos de la UE desea más acción política contra la desinformación

85% de los ciudadanos de la UE quieren más acción contra la desinformación

La lucha contra las “noticias falsas” parece tener un apoyo abrumador en la UE.

Según un nuevo estudio, el 85% de los ciudadanos de la UE quiere que los responsables políticos tomen más medidas contra la desinformación, mientras que el 89% quiere mayores esfuerzos por parte de los operadores de plataformas. Solo el 7% considera que no se necesitan respuestas más fuertes.

Los resultados surgieron de encuestas realizadas por Bertelsmann Stiftung, un grupo de expertos alemán con estrechos vínculos con la UE.

En toda la UE, el 54% de los encuestados dijeron que “a menudo” o “muy a menudo” no estaban seguros de si la información que encontraban en línea era verdadera. Sin embargo, solo el 44% había verificado recientemente el contenido que habían visto.

Las personas más jóvenes y con mayor educación eran más propensas a tomar medidas activas contra la información falsa. Aquellos a favor de combatir la desinformación tendían a estar más a la izquierda políticamente.

Respuestas a la información falsa (cifras en porcentaje). Crédito: (en toda la UE y por país). Bertelsmann Stiftung

En respuesta a los hallazgos, Bertelsmann Stiftung hizo las siguientes recomendaciones:

  1. Establecer un sistema eficaz para monitorear la desinformación tanto en Alemania como en toda Europa.
  2. Crear conciencia pública sobre el problema de la desinformación.
  3. Promover la alfabetización mediática entre personas de todas las edades.
  4. Garantizar la creación de contenido coherente y transparente en las plataformas digitales.

Sin embargo, dichas intervenciones han resultado divisivas. En todo el mundo, se acusa a los políticos de explotar las preocupaciones sobre la desinformación para reprimir la disidencia y controlar las narrativas.

En el Reino Unido, los activistas descubrieron que las unidades gubernamentales contra las noticias falsas han estado vigilando a ciudadanos, figuras públicas y medios de comunicación por simplemente criticar las políticas estatales. Las unidades también supuestamente facilitaron la censura de contenido legal en las redes sociales.

Por su parte, la UE adoptó recientemente la Ley de Servicios Digitales (DSA), que exige a las plataformas mitigar los riesgos de la desinformación. Los opositores a la ley temen que conduzca a la censura estatal.

Los críticos también han expresado preocupación acerca de que las empresas tecnológicas actúen como árbitros de la verdad. Pero los investigadores de Bertelsmann Stiftung argumentan que es esencial una mayor intervención.

“Las personas en Europa están muy inseguras sobre qué contenido digital pueden confiar y cuál ha sido manipulado intencionalmente”, dijo Kai Unzicker, autor del estudio, en un comunicado.

“Cualquiera que quiera proteger y fortalecer la democracia no puede dejar a las personas a lidiar con la desinformación por sí mismas.”

Respuestas más fuertes también podrían fortalecer la creciente cantidad de nuevas empresas contra la desinformación.

El sector emergente está dominado por los Estados Unidos, pero también está surgiendo un centro en Ucrania, donde los tecnólogos están convirtiendo las lecciones aprendidas de la lucha contra la propaganda rusa en nuevos negocios.