¿Cómo se hace el vidrio a prueba de balas?

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El vidrio resistente a balas generalmente se construye con policarbonato, termoplástico y capas de vidrio laminado. El objetivo es hacer un material con la apariencia y claridad del vidrio estándar pero con protección efectiva contra armas pequeñas. Los diseños de policarbonato generalmente consisten en productos como Armormax, Makroclear, Cyrolon, Lexan o Tuffak, que a menudo se intercalan entre capas de vidrio normal. [3] El proceso de templado mejora la capacidad de un vidrio para resistir los golpes. Cuando se trata con calentamiento y enfriamiento o con procesos químicos, el vidrio se vuelve mucho más fuerte. El policarbonato generalmente tiene uno de los dos tipos de recubrimiento para resistir la abrasión: un recubrimiento suave que cura después de ser rayado (como los polímeros elastoméricos a base de carbono) o un recubrimiento duro que evita el rayado (como los polímeros a base de silicio). [4] El plástico en los diseños de laminado también proporciona resistencia al impacto del asalto físico de objetos contundentes y afilados. El plástico proporciona poca resistencia a las balas. El vidrio, que es mucho más duro que el plástico, aplana la bala y el plástico se deforma, con el objetivo de absorber el resto de la energía y evitar la penetración. La capacidad de la capa de policarbonato para detener proyectiles con energía variable es directamente proporcional a su grosor, [5] y el vidrio a prueba de balas de este diseño puede tener hasta 3.5 pulgadas de grosor. [2]
Las capas de vidrio laminado se construyen a partir de láminas de vidrio unidas entre sí con butiral de polivinilo, poliuretano o acetato de etileno y vinilo. Este diseño ha estado en uso regular en vehículos de combate desde la Segunda Guerra Mundial. Por lo general, es grueso y suele ser extremadamente pesado. [6]

Plástico de policarbonato
Vidrio laminado con capas intermedias compatibles
Aluminio oxi-nitruro (ALON)
Combinaciones de lo anterior