Un agujero negro puede estallar cuando su corona, una misteriosa fuente de partículas altamente energéticas, se lanza lejos del agujero a cerca del 20 por ciento de la velocidad de la luz.
Sin embargo, en los últimos años, los astrónomos se han dado cuenta de que hay otra fuente de radiación cerca de un disco de agujero negro. Esa es la misteriosa corona. Las coronas están hechas de partículas altamente energéticas; generan luz de rayos X Pero los detalles sobre las coronas (cómo se forman, cómo se ven, incluso dónde están exactamente en la región que rodea el agujero) no están claras.
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Los astrónomos piensan que las coronas tienen una de las dos configuraciones probables.
El modelo de poste de luz dice que son fuentes compactas de luz, similares a las bombillas, que se encuentran encima y debajo del agujero negro, a lo largo de su eje de rotación.
El modelo de sándwich propone que las coronas se extiendan de manera más difusa, ya sea como una nube más grande alrededor del agujero negro, o como una especie de sándwich que envuelve el disco de material circundante como rebanadas de pan.
Los nuevos datos apoyan el modelo de farola …
Aquí está la historia de la nueva investigación. Las observaciones comenzaron en 2007, cuando el satélite Swift captó una gran llamarada proveniente de un agujero negro supermasivo llamado Markarian 335, a 324 millones de años luz de distancia en dirección a nuestra constelación Pegaso. Por un tiempo, Mrk 335 fue la fuente de rayos X más brillante del cielo. Luigi Gallo, el investigador principal del proyecto en la Universidad de Saint Mary, dijo:
Algo muy extraño sucedió en 2007, cuando Mrk 335 se desvaneció por un factor de 30. Lo que hemos encontrado es que continúa estallando en erupciones pero no ha alcanzado los niveles de brillo y estabilidad vistos anteriormente.
Luego, siete años después, en septiembre de 2014, Swift nuevamente atrapó a Mrk 335 en una gran llamarada. Una vez que Gallo se enteró, envió una solicitud al equipo de NuSTAR para que realizara un seguimiento rápido y, ocho días después, NuSTAR también fue testigo de la mitad final del evento de la llamarada.
Después de un cuidadoso escrutinio de los datos de ambas naves espaciales, los astrónomos dijeron que se dieron cuenta de que estaban viendo la expulsión y el eventual colapso de la corona del agujero negro. Dan Wilkins dijo:
La corona se reunió hacia adentro al principio y luego se lanzó hacia arriba como un chorro. Todavía no sabemos cómo se forman los chorros en los agujeros negros, pero es una posibilidad emocionante que la corona de este agujero negro comenzara a formar la base de un chorro antes de colapsarse.
Entonces las bengalas de agujeros negros, y las coronas, siguen siendo misteriosas. Pero los astrónomos ahora están obteniendo pistas.
