Un desafío puede ser evitable o inevitable. Los desafíos más dolorosos son los que pueden evitarse, pero lo suficientemente extraño ocurre durante el período del proyecto. He manejado algunos proyectos y de todos los desafíos que realmente se me ocurren es un cliente obstinado.
Los que siguen desafiando la competencia de los consultores involucrados. Quienes desean lograr un cierto diseño deseado aún no están dispuestos a gastar el dinero requerido para cubrir los gastos involucrados. Los clientes que siguen cambiando diseños y detalles durante todo el período del proyecto. De hecho, es bastante normal escuchar historias dentro de los círculos de consultores sobre un cierto ‘cliente’ que es una molestia total y, por lo tanto, se le advierte que no trabaje con ellos.
Un buen ejemplo es un cliente con el que trabajamos. Quería construir un edificio comercial en una región caracterizada por las altas temperaturas durante todo el año (Kenia está en los trópicos). Para el informe de diseño, propuso que las fachadas de la estructura fueran de vidrio por todas partes (muros cortina de vidrio). Todos los consultores estaban fuertemente en contra, ya que terminaría siendo un gran defecto.
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Tener una piel de vidrio significa que el interior está sujeto a un efecto invernadero mejorado. Este calor atrapado tiene que ser expulsado de alguna manera y, dado que nunca hay una ventilación natural significativa en un edificio de vidrio, esto requiere un aire acondicionado masivo (y ambientalmente costoso). Esto va en contra de todos los principios de la construcción ecológica, un tema muy enfatizado en el diseño y la construcción en general. La mayoría de los diseñadores pueden argumentar que los edificios de vidrio reflejan la arquitectura de nuestro tiempo o que los clientes se sienten a la par con la arquitectura del día, pero la ejecución incorrecta de estos edificios puede conducir a altos costos de funcionamiento a largo plazo y huellas de carbono alarmantes.
Este cliente no estaba dispuesto a escuchar nuestros problemas, comprometía la comodidad y la funcionalidad por un valor estético. Si alguien con un conocimiento claro en diseño de construcción y conceptos de construcción ecológica detecta el edificio, peor aún, ocupa ese edificio, sin duda cuestionará la habilidad y el conocimiento de los consultores involucrados. Claramente, no es nuestra culpa, tratamos de asesorar al cliente en consecuencia, pero nos quedamos sordos. Vergüenza, habla de ser superficial.