Como ha señalado Randy McDonald, depende del tipo de estrella. Las enanas rojas no son como gigantes rojas en ningún sentido. Por cierto, no tome el término “enana roja” literalmente. La terminología se basa en conceptos obsoletos de evolución estelar, y se han quedado pegados. En términos generales, puedes considerar a un enano como una estrella en la secuencia principal. Produciría casi toda su energía de la fusión de hidrógeno.
Los escritores de ciencia ficción han escrito muchas historias sobre planetas que orbitan alrededor de estrellas enanas rojas. Ahora, eso puede no parecer alentador, pero los escritores de ciencia ficción hacen un gran esfuerzo para tratar de idear mundos científicamente plausibles. Por lo tanto, los remito a dos grandes libros que detallan considerablemente cómo se les ocurrió su mundo. El primero de ellos es Murasaki de Poul Anderson, bueno, estableció la premisa básica y editó el libro.
El segundo, el resultado de un panel de discusión sobre la construcción mundial, es Medea: Harlan’s World, editado por Harlan Ellison.
- ¿Cómo puede el fondo cósmico de microondas ser la radiación sobrante del Big Bang?
- ¿Cuál es la mayor distancia que una línea recta imaginaria desde la Tierra podría estirarse sin tocar ninguna estrella?
- Si la Tierra fuera plana, ¿fluiría el agua sobre su borde hacia el espacio?
- ¿Qué causa el nacimiento de una estrella?
- ¿Por qué tarda tanto la radiación de Hawking en irradiar una singularidad, si es tan pequeña?
Hay mucho que aprender de leer las notas y la información de fondo en estos libros; los escritores se esforzaron mucho por entender bien la ciencia.
Por otro lado, no he leído mucha ficción sobre civilizaciones basadas en un planeta que orbita una estrella que se ha convertido en un gigante rojo. La expansión destruiría los planetas más recónditos, pero supongamos que nuestra civilización pudiera moverse a lugares más distantes en su sistema solar. Hmm …