El plástico de cáscara de plátano podría salvar el planeta

Banana peel plastic could save the planet.

Los plásticos desechados se han convertido en un problema significativo en todo el mundo, causando daños a los ecosistemas a través de la basura y otras formas de contaminación. Investigadores de la Universidad de Washington (UW) han desarrollado un bioplástico que se descompone tan rápidamente como la cáscara de plátano, por lo que hay esperanza en el horizonte. Este nuevo material, derivado de algas, se degrada de forma natural y ofrece varias ventajas que lo convierten en un reemplazo atractivo para los plásticos derivados del petróleo. En este artículo, profundizaremos en la historia de la creación de este bioplástico, sus posibles usos y los obstáculos que aún deben superarse.

Desde botellas y bolsas abandonadas hasta basura en la playa, los desechos plásticos se han convertido en un problema cada vez más presente en nuestro mundo. Los plásticos tradicionales derivados de los combustibles fósiles tienden a durar mucho tiempo, lo que contribuye a una crisis mundial de contaminación por plástico. Los investigadores están buscando activamente soluciones al problema de los desechos plásticos a medida que aumentan las preocupaciones sobre sus efectos en el planeta.

Como alternativa a los plásticos derivados del petróleo, los bioplásticos muestran un gran potencial. Estos plásticos son mejores para el medio ambiente porque se obtienen de recursos naturalmente renovables como plantas o algas. Los investigadores de la UW han desarrollado uno de estos bioplásticos, que podría usarse para abordar el problema de la contaminación plástica.

La alga verdeazulada, Spirulina, puede crecer en condiciones relativamente sencillas

La Spirulina es un tipo de alga verdeazulada que puede crecer en condiciones relativamente sencillas, y un equipo de investigadores en la Universidad de Washington liderado por la Dra. Eleftheria Roumeli ha desarrollado un bioplástico a partir de esta alga. La alga Spirulina se encuentra con frecuencia en formulaciones de alimentos y suplementos dietéticos. La Spirulina es un bioplástico que secuestra dióxido de carbono (CO2) porque su crecimiento consume CO2 atmosférico.

El bioplástico desarrollado por los científicos de la UW es notable debido a varias cualidades importantes. Es una opción más ecológica que el plástico regular porque se puede reciclar fácilmente. El material también es ignífugo, lo que significa que se carbonizará y se extinguirá si se expone a llamas. Además, el bioplástico se puede mecanizar y puede ser lo suficientemente resistente para su uso en productos duraderos como muebles.

Varios grupos han mostrado interés y apoyo al proyecto de bioplástico de la UW debido a su prometedor potencial. El material y sus beneficios ecológicos cautivaron a Bichlien Nguyen, investigador principal de Microsoft. Las subvenciones de la Iniciativa de Investigación sobre el Clima de Microsoft respaldaron el trabajo del laboratorio. Al trabajar juntos, los investigadores e innovadores en el campo de la tecnología climática esperan acelerar el proceso de desarrollo y perfeccionamiento de nuevos materiales respetuosos con el clima.

La creación de este bioplástico allana el camino para su uso generalizado en varios sectores.

Microsoft, dedicado a la protección del medio ambiente, prevé utilizar el bioplástico en sus centros de datos en la nube para cosas como carcasas de computadoras y racks de servidores. La resistencia al fuego del material y su capacidad de ser reciclado lo hacen adecuado para este tipo de uso. Además, el bioplástico se puede utilizar en una variedad de productos, desde muebles para el hogar hasta contenedores de alimentos.

La investigación sobre el bioplástico realizada por la Dra. Roumeli ha sido publicada en la revista científica revisada por pares Advanced Functional Materials. La publicación incluyó el trabajo de Bichlien Nguyen, profesora asistente en el Departamento de Ciencias de la Computación e Ingeniería de la UW. Trabajar juntos entre disciplinas es crucial para fomentar la innovación e identificar soluciones a largo plazo, como lo demuestra esta colaboración entre la academia y la industria.

Meta donó $150,000 al laboratorio de la UW

Además del financiamiento de Microsoft, el gigante tecnológico Meta donó $150,000 al laboratorio de la UW, mostrando el creciente interés en materiales ecológicos para la electrónica. Para acelerar el desarrollo y agilizar la comercialización de estas innovaciones, la participación de líderes de la industria en la investigación y el desarrollo es esencial.

El bioplástico desarrollado en la UW tiene mucho potencial, pero todavía hay muchos obstáculos para la comercialización. La baja resistencia del material a la humedad es una desventaja significativa. Debido a que resolver este problema es crucial para expandir el uso del bioplástico, la Dra. Roumeli y su equipo están trabajando arduamente en ello. Una vez que se supere esta barrera, debería ser fácil aumentar la producción del material basado en algas reutilizando la infraestructura actualmente utilizada para fabricar plástico.

Formas de mitigar el daño ambiental

Dado el largo historial de la industria en la producción de plásticos de alto rendimiento a partir de combustibles fósiles, la Dra. Roumeli reconoce que transformarlos es difícil. Ella cree que su bioplástico es una forma de mitigar el daño ambiental causado por botellas de plástico y latas desechadas. Encontrar soluciones integrales para la crisis de contaminación por plástico requerirá la colaboración entre la academia, la industria y organizaciones como el Acuario de Seattle, que recientemente investigó bioplásticos seguros para el medio marino.

En conclusión, la lucha contra la contaminación plástica ha progresado significativamente con el desarrollo de un bioplástico que se descompone tan rápidamente como una cáscara de plátano. Las algas utilizadas por los investigadores de UW son una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente a los plásticos derivados del petróleo. Si bien todavía existen obstáculos por superar, las colaboraciones entre instituciones académicas, empresas y grupos ambientales están allanando el camino para un futuro en el que los bioplásticos reduzcan significativamente nuestra dependencia de los plásticos fabricados a partir de combustibles fósiles.

Primero informado en GeekWire

Preguntas frecuentes

P. ¿Qué bioplástico fue desarrollado por los investigadores de la Universidad de Washington (UW)?

El bioplástico desarrollado por los investigadores de UW se deriva de la espirulina, un tipo de alga verde-azulada. Este material respetuoso con el medio ambiente es una alternativa sostenible a los plásticos tradicionales derivados del petróleo y se descompone tan rápidamente como una cáscara de plátano.

P. ¿Cuáles son algunas de las cualidades clave del bioplástico de UW?

El bioplástico de UW es una opción más ecológica, ya que puede reciclarse fácilmente y es ignífugo, se apaga por sí mismo si se expone a las llamas. Puede ser maquinado y tiene el potencial de ser utilizado en productos duraderos como muebles.

P. ¿Cómo ha mostrado interés y apoyo la industria tecnológica al proyecto de bioplástico de UW?

Gigantes tecnológicos como Microsoft y Meta han expresado interés y financiado el proyecto de bioplástico de UW. Microsoft prevé utilizar el bioplástico en sus centros de datos en la nube para carcasas de computadoras y bastidores de servidores, aprovechando su resistencia al fuego y su capacidad de reciclaje.

P. ¿Cuáles son algunos de los desafíos a los que se enfrenta el bioplástico de UW en su comercialización?

Un obstáculo importante es la poca resistencia del material a la humedad. El equipo de investigación de UW está trabajando activamente para abordar este problema y ampliar el uso de los bioplásticos.

P. ¿Cómo contribuye el desarrollo del bioplástico de UW a la lucha contra la contaminación plástica?

El desarrollo de bioplásticos a partir de algas sostenibles ofrece una alternativa respetuosa con el medio ambiente a los plásticos derivados del petróleo, ayudando a reducir nuestra dependencia de los plásticos fabricados a partir de combustibles fósiles. Las colaboraciones entre instituciones académicas, empresas y grupos ambientales allanan el camino hacia un futuro más sostenible, con los bioplásticos abordando de manera significativa la contaminación plástica.

Crédito de la imagen destacada: Antonine Giret; Unsplash; ¡Gracias!