¿Cuál es la ventaja del reconocimiento individual en animales?

Les permite aprender nuevas tareas y demostrar.

En la isla japonesa de Koshima, vivía una tribu de monos macacos. Era a principios de la década de 1950, y un grupo de científicos había llegado a la isla para estudiar a estas curiosas criaturas.

Un día, una joven macaca hembra llamada Imo (la palabra japonesa para papa) decidió comenzar a sumergir sus batatas en un río cercano antes de comerlas. Su razón era simple y completamente razonable: vio arena en las papas y quiso lavarla. Sin embargo, ninguno de los monos más viejos y maduros había pensado en hacer esto antes, solo se sacudían la arena con las manos.

Los hermanos y hermanas de Imo la vieron realizando este ritual de limpieza desconocido. Siendo monos, comenzaron a simular sus acciones, arrojando sus propias papas al río. Pronto, su madre hizo lo mismo. Evidentemente, esta familia de monos había descubierto las alegrías de comer papas limpias.

Lo que los científicos observaron en los próximos años fue un cambio dramático en el comportamiento de consumo de papa en toda la isla. La práctica del lavado de papa se extendió rápidamente por toda la colonia de macacos, y en una década, todos los macacos capaces en la isla estaban lavando papas.

Pero no fue solo la técnica de lavado de papas lo que aprendieron los monos. En algún momento durante esos años de intercambio de conocimientos mono a mono, Imo descubrió un segundo truco para que su consumo de papa fuera más placentero: al sumergir sus papas en el océano en lugar del río, el agua salada sazonaría la papa y la haría probar mejor. Después de cada bocado, ella sumergiría la sección recién expuesta de su papa nuevamente en el océano para mejorar su sabor. Este hábito se extendió con la misma rapidez a través de la comunidad macaca.

Estas prácticas de lavado y inmersión de papa se transmitieron por generaciones. Hasta el día de hoy, aunque ninguno de los macacos originales todavía está vivo, los monos de Koshima ahora disfrutan de papas limpias y con sabor mejorado.

Otro estudio, realizado por Andrew Whiten y sus colegas, descubrió 39 hábitos inusuales específicos de ciertas poblaciones de monos donde se descubrió que el catalizador era una adaptación social más que ecológica. Estos eran hábitos que incluían patrones de uso de herramientas, comportamientos de aseo y cortejo, y actividades a la hora de comer. Por ejemplo, algunas poblaciones atrapaban hormigas con un palo corto y se las comían una por una. Otros, por otro lado, habían descubierto una técnica más eficiente para atrapar hormigas en un palo más largo, muchas a la vez, y barrerlas todas en la boca a la vez.

Fuente: http://alfre.dk/monkeys-washing-…