Tendría que estar en desacuerdo con Alfred Dominic Vella en este caso.
La forma en que se formula la pregunta, se responde a sí misma. Dejame explicar…
Como señaló Alfred, cualquier color particular en el espectro de luz visible (espectro visible) es en realidad un “tono puro” o luz monocromática (color espectral). Es decir, un color primario como el rojo generalmente se indica mediante una longitud de onda de luz como 670 nm y se muestra en la curva exterior de esta gráfica:
- ¿Qué dos colores se combinan para hacer verde?
- ¿Qué es el color en el arte?
- ¿Cómo probar si vemos los mismos colores o no? Es imposible
- ¿Qué sientes sobre el color rojo y el color negro, cuál prefieres?
- ¿Alguien puede tener ojos morados y cómo se determina el color de los ojos en una persona?
–Del color espectral
Sin embargo, la luz blanca o la luz amarillenta del sol filtrada a través de la atmósfera todavía contiene casi todo el espectro de luz visible. Hay un vínculo biológico interesante de por qué vemos en el espectro de color que hacemos (¿Cómo vemos el color? Una visión clara y molecular de la evolución de la visión del color humano).
Ahora los humanos (aquellos que no sufren de daltonismo) perciben el color con tres tipos de conos sensibles a la frecuencia:
–Desde la visión del color
Puede pensar en esto como tres antenas sintonizadas que reciben diferentes tonos de color disponibles en la luz. Ahora aquí es donde entra en juego la visión humana.
El cerebro humano actúa como un mezclador, percibiendo o “distinguiendo” combinaciones sutiles de frecuencia de luz reflejada.
Vea también mi respuesta aquí: la respuesta de Martin Stoehr a ¿De qué color forman el azul y el rojo?
Si nuestros cerebros no pudieran hacer esto, no podríamos ver los maravillosos pigmentos sustractivos de rosas y púrpuras en esta flor ni la representación aditiva de la misma en el monitor de su computadora:
–De ¿Qué es una flor?
Decir que el espectro de luz visible no transmite la información para percibir estos colores sería similar a decir que el aire no puede transmitir los distintos tonos y armónicos de un violín a su oído. El cerebro humano es un instrumento sorprendente que es capaz de ver los sutiles tonos de color de una flor o escuchar las variaciones menores de tono en un Strativarius.