Aquí tienes otra razón por la cual Linux es mucho más genial que tu sistema operativo
Otra razón por la cual Linux es mejor que tu sistema operativo
Esto es Linux y con Linux… siempre hay una solución.
Déjame pintarte un cuadro.
Esta mañana estaba ejecutando una instancia virtual de otro sistema operativo Linux con VirtualBox. Todo iba bien (como suele ser) hasta que no fue así. El sistema operativo virtual me pidió mi contraseña de usuario (para ejecutar una tarea de administrador). Cuando empecé a escribir la contraseña de administrador, las cosas se complicaron un poco.
En esencia, lo que ocurrió fue que VirtualBox bloqueó mi escritorio. No fue un bloqueo total, ya que aún podía mover el mouse. Sin embargo, no podía hacer clic en nada ni interactuar con el escritorio de ninguna manera (además de mover el cursor).
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A veces, solo es cuestión de esperar a que lo que está sucediendo en segundo plano termine y el control se devuelva. Eso no sucedió. No importaba cuánto tiempo esperara, el escritorio seguía sin responder.
Sé lo que estás pensando. Todo lo que tenía que hacer era apagar la máquina, reiniciarla y volver a lo que estaba haciendo.
Para cualquier usuario de MacOS o Windows, ese es el proceso lógico cuando el escritorio se bloquea. Pero esto es Linux y con Linux… siempre hay una solución.
No estaba 100% seguro de que VirtualBox fuera el culpable, pero estaba bastante seguro (porque eso es lo que estaba usando cuando ocurrió el bloqueo). Y como no es la primera (ni la última) vez que me pasa, sabía que había una solución mucho más fácil. Además, a los usuarios de Linux no les gusta apagar ni reiniciar sus computadoras. Nos gusta presumir de nuestro tiempo de actividad. He tenido computadoras de escritorio con Linux funcionando durante más de un año y servidores aún más tiempo. Es un motivo de orgullo.
Por supuesto, ya no me preocupo por esas cosas y si creo que es necesario reiniciar (especialmente cuando se instala un nuevo kernel), no dudaré en hacerlo.
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Hoy fue uno de esos días en los que realmente no tenía ganas de reiniciar mi máquina. En primer lugar, el interruptor de encendido se ha estropeado y, para reiniciar la máquina, tengo que quitar la carcasa y presionar un interruptor de difícil acceso para que la máquina se encienda de nuevo. (Estoy trabajando en conseguir un interruptor de encendido de repuesto mientras escribo.)
Entonces, cuando mi escritorio se bloqueó (sin una forma fácil de reiniciar), ¿qué hice?
Algo que probablemente tu sistema operativo no puede hacer.
Así es como sucedió:
- Inicié sesión en mi MacBook Pro.
- Abrí la aplicación Terminal.
- Usé Secure Shell para acceder de forma remota a mi escritorio, utilizando el comando ssh 192.168.1.62.
- Comprobé qué aplicación estaba abusando de los recursos de mi sistema con el comando top.
- Una vez encontrada la aplicación en cuestión, localicé el ID de proceso (PID) con el comando ps aux | grep Virtual, que me dio los PID tanto para la aplicación de VirtualBox como para la máquina virtual.
- Terminé los procesos con el comando kill PID (donde PID era el ID de cada instancia de VirtualBox).
- Cerré la conexión SSH con el comando exit.
Una vez que se cerraron ambas instancias de VirtualBox, volví a tener el control de mi escritorio. No fue necesario reiniciar.
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Entiendo que esto no es algo que alguien nuevo en Linux sabría hacer (sin la ayuda de Google), pero es uno de los muchos trucos que he aprendido a lo largo de los años que he estado usando Linux. Y cada vez que uso un sistema operativo que no es Linux, sé que estoy limitado para hacer tales cosas, lo cual (en mi opinión) hace que otros sistemas operativos sean inferiores a la opción de código abierto.
No me malinterpretes. Esto no es algo que tenga que hacer regularmente. De hecho, no recuerdo la última vez que tuve que realizar tal hazaña para recuperar el control de mi escritorio. Lo bueno es que la opción está ahí en caso de que la necesite. Linux siempre ha sido conocido por tener múltiples opciones para casi todas las necesidades, lo que lo convierte en un sistema operativo increíblemente potente, flexible y confiable.
Puede que nunca te encuentres con una situación así, pero saber que tienes un control absoluto sobre tu escritorio puede ser muy tranquilizador, especialmente cuando tienes un trabajo importante del que no quieres perder datos debido a una aplicación errónea.
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Llevo aprovechando estos trucos geniales en el escritorio durante décadas. ¿No crees que es hora de que obtengas los mismos beneficios y disfrutes de un sistema operativo de escritorio o portátil que no te quite el control cuando más lo necesitas?
