El tiempo se detendría. Según la relatividad, el tiempo se detiene a la velocidad de la luz. Moviéndose a esa velocidad, la manecilla de segundos del reloj no habría avanzado, en lo más mínimo. Esto significa que el tiempo dedicado a su viaje se reduciría a cero, es decir, se reduciría a un momento infinitamente pequeño. El reloj sería un momento de luz, o una “partícula” de luz, que, con cualquier otro nombre, es un ‘fotón’. Dado que, en aras de nuestra explicación, el reloj y un fotón son lo mismo, podemos decir que el reloj es preciso para determinar cuánto tiempo transcurre en un fotón. No pasa el tiempo en el reloj, viajando a una velocidad de luz uniforme, lo que significa que tampoco pasa el tiempo durante el viaje de un fotón. No solo eso, con respecto a su medida de distancia espacial.
Un fotón está en un lugar y en un solo lugar, ya que está ‘allí’ por un solo momento. Nunca hay ‘tiempo’ para que se mueva (o frene), ya que un momento de dimensión cero no proporciona ninguno. (Esto es consistente con la relatividad, ya que la enorme distancia de su viaje se ‘contrae’ infinitamente, reduciendo esta distancia a cero). De acuerdo con las medidas del reloj que viajan a la velocidad de la luz, y así, para cualquier fotón también, el momento es en lo que es, de acuerdo con nuestras medidas (del espacio y el tiempo), un final de su viaje, es, para él, el mismo momento en que está, lo que es, nuevamente de acuerdo con nuestras medidas, el otro extremo. Dicho de otra manera, en el universo de los fotones (el alcance de sus medidas) no hay ‘entonces’ o ‘allí’, solo ‘aquí’ y ‘ahora’, sin ningún momento “en otro lugar” o “otro” excepto el presente uno.
De acuerdo con nuestras medidas, cada final de su viaje son dos lugares diferentes, en dos momentos diferentes en el tiempo, mientras que de acuerdo con sus medidas, no está en dos lugares diferentes, sino en uno solo, haciendo ambos extremos de su viaje y cada señalar entre (que es, en términos clásicos, una línea) el mismo lugar y el mismo momento. Para ello, ese lugar único y momento único es el alcance total de su existencia. La distancia, ya sea espacial o temporal, no existe para el fotón. Para ello, ‘allí’ no existe, al igual que ‘antes’ o ‘después’. Su marco abarca solo ‘aquí’ y ‘ahora’, y no se extiende más allá. Es esta pequeña percepción la que revela qué es realmente el espacio, una colección de líneas, apiladas unas sobre otras para formar nuestro espacio tridimensional en constante cambio, de la misma manera que una colección de líneas en una superficie podría definir esa superficie. Agregando tiempo, se obtiene una ‘pila’ de superficies. En eso consiste el universo visible, una colección de líneas ordenadas según el paso del tiempo, que nuevamente, según la relatividad, depende totalmente del movimiento de uno. Esto nos dice qué es realmente el universo visible y todo el espacio que vemos a nuestro alrededor, y lo más importante, que lo que vemos está sucediendo en este momento, no hace miles de millones de años “hace”.
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- ¿Cuánto daño le haría a la Tierra un meteoroide, del tamaño de una camioneta, si viaja al 99.9999% de la velocidad de la luz?
- ¿Por qué la velocidad uniforme no proporciona dilatación del tiempo y por qué la dilatación del tiempo solo da como resultado la aceleración?
- ¿La anisotropía del espacio, como lo sugiere el CMBR, tiene algún efecto sobre la relatividad especial que se basa en el principio de la isotropía?
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Debido a que la comprensión de los principios de la relatividad es muy poco común, especialmente entre muchos que nos enseñan, de hecho entre muchos que nos enseñan ciencia, creemos que debido a que la luz “toma tiempo” para viajar, lo que vemos no sucede cuando lo vemos. Si reconocemos cómo la “partícula” de fotones es en realidad una línea que forma parte del espacio que nos rodea con cada momento que pasa, que es exactamente lo que hizo Einstein. Reconoció que esta noción común, convencional y generalizada de ‘ahora’ es cuando las cosas suceden realmente, y esto es según Einstein, nunca más que una mera “estipulación” (el término que usó en The Theory of Relativity por Albert Einstein, Apéndice V) “que colocamos sobre … la existencia física”, a menos que nos referimos al “hecho” de toda la luz que percibimos a nuestro alrededor. Este ‘ahora’ es tan real y físicamente existente como todo lo que revela. Este es nuestro “presente” momento presente “verdadero”, por lo que se puede ver. Mirando lo suficiente podemos ver la forma misma del espacio y el tiempo en nuestro universo, es decir, dentro del visible.