La respuesta requiere saber si la maquinaria reproductiva está en su lugar para que los genes se combinen y se gestan con éxito en un gato, es decir, si “gato” está en el conjunto de posibles resultados. Las posibilidades infinitas no tienen nada que ver con esto y para ver por qué veamos un ejemplo simple.
Tomemos un conjunto de letras, tal que S = (A, B, C, D) y digamos que se nos permite seleccionar una letra con reemplazo a la vez. ¿Cuál es la probabilidad de seleccionar la letra E después de 10 intentos? Por supuesto, es exactamente cero, incluso si el número de pruebas se lleva al infinito.
Uno podría estar inclinado a argumentar que no hay un número infinito de posibilidades, solo cuatro. Bueno, eso tampoco ayuda, ya que podríamos tomar el conjunto de todos los números reales y volver a preguntar cuál es la probabilidad de seleccionar la letra E de este conjunto de posibilidades infinitas.
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Si es posible que los humanos produzcan un gato, entonces, dado el tiempo suficiente, dar a luz a un gato es inevitable. Si “gato” no está en el conjunto de posibilidades, esto nunca ocurrirá.