Los planetas se crean por acreción. Un planeta está construido por las cosas que se acumulan o se topan con el proto-planeta. Los planetas pueden tener algunas similitudes en que el núcleo tiende a ser más denso que la corteza, lo que no supone la composición de ninguno de los dos.
Podemos medir el diámetro de muchos planetas en función de su distancia desde la tierra y el tamaño del disco observable. Podemos medir la densidad promedio de un planeta en función de las perturbaciones en su órbita y las órbitas de otros cuerpos espaciales. También podemos hacer ciertos supuestos de su composición mediante la observación de su superficie, si hay volcanes, de qué está compuesta su atmósfera y muchos otros parámetros.
Con un planeta como Marte, hemos orbitado vehículos científicos a su alrededor y aterrizado en él. Los instrumentos en estos dispositivos miden las variaciones en la gravedad, la probabilidad de agua en o sobre la superficie, los tipos de rocas en la superficie y muchas otras cosas que nos dicen cómo está formado el planeta.
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